La previsión del Gobierno es que al cierre del año el déficit estatal se sitúe en el 6,7% del PIB -el 5,9% si se incluye el efecto liquidación de las Administraciones Territoriales-, mientras que para el conjunto de las Administraciones Públicas la previsión es de un saldo negativo del 9,3%.
En este sentido, durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, no quiso referirse a la situación de cada comunidad autónoma y emplazó para ello al Consejo de Política Fiscal y Financiera que se celebrará mañana. No obstante, apuntó que la evolución en su conjunto no es preocupante y está en línea con los objetivos de reducción del déficit.
Ocaña señaló que los datos de octubre son coherentes con las previsiones del Gobierno, pero añadió que la actividad económica sigue lastrada por la crisis. Hasta octubre, los ingresos por impuestos indirectos aumentaron el 29,3% por el impulso del IVA, que recaudó casi 14.000 millones más que en el mismo periodo del año anterior, lo que supuso un aumento del 44,8%, frente al 35,9% previsto en el avance de liquidación para este año que recogen los Presupuestos Generales del Estado de 2011.
Según Ocaña, esta positiva evolución del IVA fue consecuencia de la disminución del 32,8% en las devoluciones, debido a los menores importes pedidos de IVA anual, y de los mayores ingresos por aplazamientos concedidos en periodos anteriores, aunque también influyó en la buena recaudación la mejora de la situación económica y la elevación de los tipos, que ya ha proporcionado 1.430 millones.
El saldo negativo del Estado hasta octubre fue el resultado de unos ingresos por valor de 115.697 millones de euros, el 25,5% más, frente a unos gastos de 146.960 millones, el 3% menos. En términos de caja -que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional-, el Estado registró hasta octubre un déficit de 34.850 millones, el 39,5% menos del que tenía en el mismo periodo de 2009 (57.602 millones).
Los ingresos no financieros, -que aportan datos del conjunto de las Administraciones Públicas, antes de descontar la participación de las Administraciones Territoriales- ascendieron a 151.658 millones, el 8% más.
Los ingresos impositivos, que representan el 92% del total, crecieron el 10,9%, debido a la anteriormente citada evolución del IVA y a las medidas de consolidación fiscal (supresión parcial de la deducción de 400 euros, aumento de la retención de las rentas de capital y subida de los impuestos especiales y del IVA), que han proporcionado 5.220 millones y a la mejora de la coyuntura económica.
La recaudación por impuestos directos se elevó a 77.147 millones, el 0,8% menos, como consecuencia del descenso del 19,5% en el Impuesto sobre Sociedades, por el que se obtuvo 16.516 millones. Por IRPF, se ingresaron 57.301 millones, el 5,4% más, resultado del aumento del 5% de los ingresos por retenciones del trabajo y del descenso del 7,1% en las devoluciones. Los impuestos especiales aportaron 16.537 millones, el 2,6% más, con incrementos del 2,4% en el Impuesto sobre el Tabaco y del 1,8% en el Impuesto sobre Hidrocarburos.
Los pagos no financieros sumaron 146.746 millones, el 0,3% menos, con un incremento del 1,4% en los gastos de personal y un descenso del 3,2% en los gastos corrientes.