El estudio apunta que la eurozona se sostiene gracias al sector exterior, al ciclo de existencias y a los estímulos fiscales en marcha, pero que los consumidores no acaban de recobrar el nivel de confianza necesario para relanzar el consumo en un entorno de paro aún creciente, y la abundante capacidad productiva ociosa no permite prever un pronto relanzamiento de la inversión.
Así, según el texto, la buena marcha de las exportaciones podría no ser suficiente para recuperar ritmos de crecimiento generadores de empleo. Además, la necesidad de sanear las finanzas públicas urge a recortar gastos o a subir impuestos, deprimiendo la demanda interna.
Sobre las finanzas públicas, La Caixa repasa que además de Grecia, "que no se puede comparar a ningún otro país", Irlanda, Reino Unido y Portugal son los que se encuentran en una situación más delicada, "sin margen de maniobra". España, Francia, Italia y Bélgica les siguen en gravedad.
El entorno mejora
Sin embargo, las economías emergentes, con China y Brasil como exponentes destacados, mantienen un elevado dinamismo. A cierta distancia, Estados Unidos y Japón también están remontando posiciones.
Estados Unidos muestra una firmeza mayor de la esperada, aunque la recuperación sigue muy condicionada por tres factores cuya resolución no parece cercana: el mercado inmobiliario, aquejado por una sobreoferta; el alto grado de endeudamiento de las familias; y la caída del mercado de trabajo, cuyo deterioro augura una lenta normalización.
Evolución española
Respecto a España, este segundo trimestre la normalización de algunas actividades afectadas por la climatología y un cierto anticipo del gasto, debido a la prevista subida del IVA, pueden reforzar la senda de recuperación de la actividad y contribuir a que se alcance una tasa positiva de crecimiento del PIB.
En cualquier caso, la eventual salida de la recesión se producirá "de forma paulatina, con ritmos de crecimiento modestos", según el informe, que defiende que para conseguir ritmos de crecimiento elevados es conveniente poner en marcha reformas estructurales en ámbitos como la educación, la competencia en servicios y electricidad, la eficiencia en I+D y el mercado laboral.
El consumo de las familias presenta actualmente un perfil de recuperación muy suave, dentro de un cuadro general de debilidad, con señales dispares por productos. Las ventas minoristas totales en general perdieron impulso en enero, pero las de bienes duraderos, como electrodomésticos y, sobre todo, automóviles, siguieron repuntando.
Desde el punto de vista productivo, la adversa climatología de los primeros meses del año puede haber afectado a la actividad de sectores como construcción y turismo. Además, el ligero descenso de la utilización de la capacidad productiva en el primer trimestre no apunta a un relanzamiento sostenido de la inversión en equipo. En cuanto al sector inmobiliario, se aprecian algunos signos de estabilización, tanto en lo que se refiere a la contracción de los precios como a las compraventas.