Así, el índice general de Shanghai (acciones convertibles y no convertibles) experimentó una caída de 330,3 puntos en un solo día, un 8,26 por ciento, la mayor desde el "martes negro" del pasado 27 de febrero, el índice de Shenzhen cayó un 7,76 por ciento, en 964,23 enteros.
Numerosos inversores se apresuraron a vender este lunes sus títulos, en un ambiente marcado por el miedo a que las autoridades chinas puedan estar preparando nuevas medidas de intervención en su recalentado mercado de valores, lo que ha provocado uno de los desplomes más fuertes vividos por ambas bolsas. Se trata de la mayor caída desde el "martes negro" del pasado 27 de febrero, que afectó a todos los parqués mundiales.
El índice general de Shanghai, que hasta la entrada en vigor de la medida oficial, el día 30, había acumulado sucesivos máximos históricos (el último el día 29, un cierre en 4.335,18 puntos), cerró así hoy en 3.670,40 enteros, tras llegar a tocar los 3.659,09 y no haber superado los 3.987,27 en todo el día.
En Shenzhen, cuyo máximo hasta la fecha, también marcado el pasado día 29, está en 13.456,60 puntos, el índice general cerró esta tarde en 11.468,46 enteros, tras vivir un desplome del 7,76 por ciento desde su cierre del viernes.
La nueva caída experimentada este lunes viene desencadenada por la medida del Ministerio de Finanzas, que triplicó el coste impositivo de las transacciones de valores, lo que provocó que la semana pasada la capitalización conjunta de ambas bolsas descendiera en un cinco por ciento, entre el 25 de mayo y el 1 de junio.
Esto supuso un descenso total en la capitalización de los dos mercados de 918.800 millones de yuanes (89.320 millones de euros, 120.090 millones de dólares), hasta los 17.210 billones de yuanes en cifras del pasado viernes, día 1 (1.673 billones de euros, 2.249 billones de dólares).
El pasado miércoles, cuando se puso en marcha la subida de los impuestos a las transacciones bursátiles (de forma sorprendente, porque el ministerio lo había negado seis días antes), ambas bolsas también registraron fuertes caídas, de un 6,95 por ciento Shanghai y un 6,56 por ciento Shenzhen.
El día 31 las dos bolsas parecieron recuperarse de su desplome, y cerraron con leves ganancias, pero el viernes pasado, ante el temor de nuevas medidas gubernamentales, hubo de nuevo fuertes caídas, de un 2,65 y un 3,92 por ciento, respectivamente, marcando una tendencia que se confirmó este lunes.
Numerosos inversores se apresuraron a vender este lunes sus títulos, en un ambiente marcado por el miedo a que las autoridades chinas puedan estar preparando nuevas medidas de intervención en su recalentado mercado de valores, lo que ha provocado uno de los desplomes más fuertes vividos por ambas bolsas. Se trata de la mayor caída desde el "martes negro" del pasado 27 de febrero, que afectó a todos los parqués mundiales.
El índice general de Shanghai, que hasta la entrada en vigor de la medida oficial, el día 30, había acumulado sucesivos máximos históricos (el último el día 29, un cierre en 4.335,18 puntos), cerró así hoy en 3.670,40 enteros, tras llegar a tocar los 3.659,09 y no haber superado los 3.987,27 en todo el día.
En Shenzhen, cuyo máximo hasta la fecha, también marcado el pasado día 29, está en 13.456,60 puntos, el índice general cerró esta tarde en 11.468,46 enteros, tras vivir un desplome del 7,76 por ciento desde su cierre del viernes.
La nueva caída experimentada este lunes viene desencadenada por la medida del Ministerio de Finanzas, que triplicó el coste impositivo de las transacciones de valores, lo que provocó que la semana pasada la capitalización conjunta de ambas bolsas descendiera en un cinco por ciento, entre el 25 de mayo y el 1 de junio.
Esto supuso un descenso total en la capitalización de los dos mercados de 918.800 millones de yuanes (89.320 millones de euros, 120.090 millones de dólares), hasta los 17.210 billones de yuanes en cifras del pasado viernes, día 1 (1.673 billones de euros, 2.249 billones de dólares).
El pasado miércoles, cuando se puso en marcha la subida de los impuestos a las transacciones bursátiles (de forma sorprendente, porque el ministerio lo había negado seis días antes), ambas bolsas también registraron fuertes caídas, de un 6,95 por ciento Shanghai y un 6,56 por ciento Shenzhen.
El día 31 las dos bolsas parecieron recuperarse de su desplome, y cerraron con leves ganancias, pero el viernes pasado, ante el temor de nuevas medidas gubernamentales, hubo de nuevo fuertes caídas, de un 2,65 y un 3,92 por ciento, respectivamente, marcando una tendencia que se confirmó este lunes.