Quintás ha tomado esta decisión contra el argumento esgrimido por algunas cajas de que no se podría nombrar a un presidente de la patronal mientras otra persona ocupase ese cargo, por lo que ahora ha dejado vía libre al nombramiento de su sustituto, que previsiblemente se producirá en la reunión del consejo de administración de la CECA el próximo 20 de abril.
Las discrepancias surgidas en Sevilla sobre si el presidente de la CECA debería ser el dirigente de una gran caja o de una mediana han pospuesto el debate hasta un próxima reunión del consejo el 20 de abril, a pesar de que Quintás pretendía que se designase a su sustituto. Los desacuerdos aflorados han provocado que el que ha sido presidente de la patronal desde 2002 se preguntara si se valora su intención de tener un sustituto dos meses antes del fin de su mandato (en mayo) y así evitar discontinuidades.
Así, según las fuentes financieras consultadas, Quintás ha querido salir al paso de la postura de algunas cajas y, en vista que considera prioritario que su sustituto sea nombrado lo antes posible para afrontar con prontitud los retos del sector, ha decidido dejar la presidencia de la CECA para "no demorar el proceso", agregaron.
Los actuales cuatro vicepresidentes de la CECA, Isidro Fainé (La Caixa), Rodrigo Rato (Caja Madrid), Braulio Medel (Unicaja) y Modesto Crespo (CAM) , afrontarán el 20 de abril el consejo de administración de la CECA que se realizará en Madrid de carácter monográfico para designar al sustituto de Quintás.
Obligado a deliberar
El consejo celebrado este miércoles, se celebró en Sevilla dentro del conjunto de actos de celebración del 175 aniversario de Cajasol. Quintás aseveró que el consejo "estaba sólo obligado a deliberar, algo que se cumplió hoy" , aunque reconoció que "si hubiera existido unanimidad se hubiera elegido ya y no habrían tenido que esperar, pero no ha sido el caso". Además, añadió que "es conveniente posicionarse ya para lo que viene y no dar la sensación de laxitud".
En ese sentido, agregó que "si hubiera habido sólo una candidatura y nadie más se hubiera presentado, con la inclusión de ese punto se hubiera podido decidir, pues quería que el consejo fuera soberano si llegaba al caso de deliberar sobre sólo una candidatura o varias pero con una de ellas apoyada por mayoría, en cuyo caso hubiera sido absurdo esperar a un nuevo consejero para elegir, pero no ha sido el caso".
El presidente de la CECA aseguró que "fue una de las reuniones que en sus 16 años de mandato con más satisfacción ha salido", puesto que "han participado todos los presidentes de las cajas", tras lo que aseguró que "más que hablar de candidaturas y candidatos, se ha debatido sobre qué es mejor para el sector y qué es lo que convenía a las cajas".
Por ello, Quintás aseguró que "no le preocupan que se presente dos, tres o cinco candidaturas", aunque no quiso desvelar el número de candidaturas presentadas hasta el momento, algo que "se sabrá en su momento, puesto que se pueden presentar en cualquier momento". Precisó al respecto que "incluso se valoró establecer una fecha de cierre de presentación de candidaturas, pero se descartó y se ha dejado abierto de forma que "se pueden presentar hasta el mismo día".
Requisitos del nuevo presidente
Quintás consideró que "lo accidental es la figura del presidente, que debe recibir la confianza de todo el sector y además debe dedicarse a liderarlo para enfocar de la mejor forma posible los problemas reales del sector".
"No son todos los candidatos iguales pero la diferencia no son las personas que se puedan presentar, algo que no va a dañar al sector, sino la reacción que pueda producirse tras la elección", agregó Quintás, tras lo que consideró importante que "una vez elegido el nuevo presidente, el sector adopte la formación 'en tortuga' de las legiones romanas "que, con sus escudos cubrían totalmente y la hacían invulnerable".
"Que la minoría se pliegue a la mayoría"
Quintás aseveró que "alguno de los mejores presidentes que tuvo la CECA ganó el puesto por un voto y eso no afectó al funcionamiento de CECA". "La democracia es aceptar lo que diga la mayoría y que la minoría se pliegue a la voluntad de la mayoría", apuntó Quintás, quien aseguró que la presidencia "nunca ha sido cuestionada".
Quintás recordó que el sector se enfrenta a "una coyuntura muy dura, con un sistema bancario que se enfrenta a una crisis mundial y donde también hemos notado el impacto al ser parte del sistema".
Resaltó, no obstante, que "ha empezado a mejorar muchas ratios, como la cobertura de nuestros riesgos, aunque todavía estamos en plena travesía por el desierto". Agregó que a la dureza de la coyuntura "se suma un problema adicional, pues nos va a cambiar la regulación, algo que hemos pedido insistentemente durante años y que supone un proceso considerablemente largo y complejo".
Tras confesar que "como buen gallego, es prevenido", recordó que desde diciembre venía insistiendo al sector que "más allá de las preocupaciones diarias había que adoptar la perspectiva medio y largo plazo y el sector debía elegir un nuevo líder que le conduzca a la travesía incómoda, porque sería absurdo agotar las seis semanas que le quedan para elegir a un nuevo presidente".