LD (EFE) Los expertos consideran que la bolsa española sigue estando "barata" y se muestran alcistas respecto del año que acaba de comenzar. Sus previsiones medias, según las consultas hechas por la agencia EFE, apuntan a una revalorización que rondará el 10 por ciento. Todo ello a pesar grandes incertidumbres que se ciernen sobre la economía mundial, como el petróleo -que se mantendrá en el entorno de los 50-60 dólares y los desequilibrios de ahorro-inversión. En su previsión, nada de ello pondrá en peligro el crecimiento global.
En este sentido, José Luis Martínez Campuzano, vicepresidente y estratega en España de Citigroup, comentó que espera subidas en las bolsas en los próximos seis meses, de entre el 5 y el 8 por ciento, que llegarán hasta el 10 ó 12 por ciento a final de año, y opta por los mercados de Europa y EE.UU., mientras que mantiene una posición neutral en los mercados emergentes.
En el caso de España, el estratega de Citigroup considera que el crecimiento económico "está garantizado hasta 2007", y dijo que el consumo "seguirá fuerte", al estar apuntalado por la riqueza financiera, los tipos de interés bajos, y el aumento de la renta disponible.
2005, un buen año
Las ganancias acumuladas en el año por la bolsa española están en la media de las bolsas mundiales, entre las que destaca la japonesa, con un Nikkei que se ha revalorizado más del 40 por ciento, mientras que, en el extremo contrario, el Dow Jones apenas se ha movido de los niveles en los que empezó el año.
La evolución del mercado español ha estado ligeramente lastrada por uno de sus pesos pesados, Telefónica, que, no sólo perdió a lo largo de 2005 la primera posición por capitalización de la Bolsa española en favor del grupo Santander, sino que fue la peor de los tres valores del Ibex-35 que acabaron el ejercicio en negativo.
Los títulos de la compañía que preside César Alierta se dejaron al cierre del año un 8,30 por ciento, debido a la penalización que le ha sometido el mercado por las compras de Cesky Telecom y O2, operación esta última que también afectó a la cotización de su filial Telefónica Móviles, que perdió un 4,21 por ciento en el año.
Aunque la sesión de este viernes fue claramente bajista, los dos grandes bancos, Santander y BBVA, no perdieron la sonrisa, ya que ambos terminaron el ejercicio cerca de sus máximos históricos en capitalización. Santander ha ganado en el año un 22,12 por ciento y con un valor próximo a 70.000 millones de euros es la primera empresa española por capitalización, en tanto que BBVA ha subido un 18,74 por ciento y ya vale más de 51.000 millones de euros.
La OPA de Gas Natural sobre Endesa fue una de las operaciones que más animaron el parqué bursátil y que más alegraron a los accionistas de la eléctrica, que vieron cómo sus títulos se revalorizaban al cierre del año un 33,77 por ciento, frente a un 7,16 por ciento de los de la gasista. Iberdrola, a la que la OPA afecta por las posibles desinversiones, también cerró el año de manera positiva, con una revalorización del 28,28 por ciento, similar a la conseguida por la petrolera Repsol, del 28,76 por ciento, que se aprovechó del alza del crudo.
El petróleo fue uno de los mayores condicionantes de la Bolsa al alcanzar el máximo histórico de 68,89 dólares en agosto por el aumento de la demanda de los países en desarrollo, la especulación y el miedo al desabastecimiento. Poco a poco, el crudo se ha moderado, hasta cerrar el año en torno a 58 dólares por barril de "brent", pero la desconfianza se ha instalado en los inversores, que temen que los precios se disparen nuevamente ante cualquier adversidad climática.
Las que nadaron en la abundancia, pese a las advertencias de muchos organismos sobre el modelo de crecimiento basado sólo en el "ladrillo" y en el crédito hipotecario, fueron las constructoras e inmobiliarias, que coparon los primeros puestos por revalorización del Ibex-35. De las 10 empresas del Ibex-35 que más se revalorizaron este año seis eran constructoras o inmobiliarias, encabezadas por Metrovacesa, que ganó un 76,65 por ciento, seguida de Sacyr, un 69,55 por ciento, y ACS, un 65,01 por ciento.
Sólo una compañía se atrevió a debutar en el mercado, Corporación Dermoestética, que acumula al cierre del año un recorte próximo al dos por ciento desde su estreno en el mercado hace unos seis meses. Frente a esta incorporación, abandonaba la bolsa Terra, el paradigma de la "burbuja tecnológica" en España, a un precio de 3,04 euros –llegó al máximo de 157,65 euros a mediados de febrero de 2000–.
Pero, más que para las constructoras, el año fue propicio para los "chicharros", esos valores de escasa capitalización que con sus bandazos ofrecen muchas alegrías o muchas tristezas a los arriesgados inversores que se atreven a entrar en ellos. Las alegrías de este año fueron para Sniace, que subió en el año un 389 por ciento; Tubos Reunidos, un 309 por ciento, e Inypsa, un 257 por ciento, mientras que las lágrimas estuvieron en valores como Miquel y Costas, que perdió un 32,25 por ciento.
Para el próximo año, los analistas pronostican subidas en el Ibex-35 en torno al 10 por ciento, lo que situaría al selectivo en las proximidades de 12.000 puntos, el nivel más alto de cierre de año desde los 11.641,40 puntos de 1999