(Libertad Digital) Según informaba el "Diario de Sevilla", los terrenos industriales comprados por la sociedad de los Benjuemea son de una extensión de 42.000 metros cuadrados y fueron adquiridos en diciembre de 2002 por 28,8 millones de euros, con una plusvalía para la empresa de 25 millones. La operación se cerró días antes de que se aprobara el avance del Plan General de Ordenación Urbana de Sevilla, donde se recogía la recalificación de estos terrenos para crear espacios libres, construir áreas dotacionales y autorizar espacios terciarios. Esta recalificación se ha ampliado esta semana a los terrenos lindantes, pertenecientes a la fábrica de cervezas Cruzcampo, propiedad de Heineken, que ya ha anunciado su intención de abandonarlos. Según "Diario de Sevilla", esta operación dejará directamente en manos de los Benjumea, que no en los accionistas de Abengoa, unas plusvalías extras de 18 millones de euros.
De ser cierta esta información, los Benjumea actuaron esta vez de forma exactamente contraria a cuando vendieron a Abengoa el 3,73 por ciento en Xfera que tenía Inversión Corporativa (IC), sociedad controlada por ellos. Javier y Felipe Benjumea están acusados de beneficiar a su sociedad IC causando un grave perjuicio a Abengoa. Los hechos se remontan al mes de junio del año 2000. En esa fecha, el consejo de Abengoa decidió que Inversión Corporativa (IC), su accionista mayoritario (con un 55% del capital) y sociedad instrumental de los Benjumea, comprara el 3,73 por ciento la empresa de telefonía de UMTS, Xfera. Cinco meses después, Abengoa firmó un acuerdo con IC para "recibir y aceptar" una opción de compra sobre esas acciones.
Pasaron más de dos años y la burbuja de la UMTS estalló y el valor de Xfera se esfumó. La lógica empresarial llevaba a pensar que Abengoa descartaría ejercer una opción de compra por la que se valoraba Xfera en 673 millones de euros. Sin embargo, los querellados –que simultanean la condición de administradores de IC y Abengoa–, a fecha de 31 de diciembre de 2002, no dudaron en desembolsar 25 millones de euros por menos del 4 por ciento de Xfera. La Fiscalía recuerda en su querella que los Benjumea, Abaurre y Aya obviaron "de modo consciente el palmario conflicto de intereses" que suscitaba esta operación. Por su parte, Abengoa comunicó no tener ninguna notificación referida a actuaciones judiciales respecto a su participación en Xfera.
Pasaron más de dos años y la burbuja de la UMTS estalló y el valor de Xfera se esfumó. La lógica empresarial llevaba a pensar que Abengoa descartaría ejercer una opción de compra por la que se valoraba Xfera en 673 millones de euros. Sin embargo, los querellados –que simultanean la condición de administradores de IC y Abengoa–, a fecha de 31 de diciembre de 2002, no dudaron en desembolsar 25 millones de euros por menos del 4 por ciento de Xfera. La Fiscalía recuerda en su querella que los Benjumea, Abaurre y Aya obviaron "de modo consciente el palmario conflicto de intereses" que suscitaba esta operación. Por su parte, Abengoa comunicó no tener ninguna notificación referida a actuaciones judiciales respecto a su participación en Xfera.