LD (EFE) Estos ingresos se refieren a los gestionados por la Agencia Tributaria por cuenta del Estado y las Administraciones territoriales del Territorio de Régimen Fiscal Común, cuya participación representó en 2005 el 27,9 por ciento de los ingresos gestionados por la Agencia Tributaria.
El informe destaca que este "histórico" crecimiento se debió al dinamismo de las retenciones sobre las rentas del trabajo y del capital y al "positivo" impacto de las cuotas diferenciales del IRPF y del Impuesto sobre Sociedades que corresponden a rentas y beneficios devengados en 2004.
También destaca la influencia en este crecimiento del incremento de 2,3 puntos respecto a 2004 en la recaudación por IVA y los mayores ingresos por ejercicios cerrados de retenciones de trabajo de las comunidades autónomas, que ascendieron a 511 millones de euros.
El IRPF acumuló un crecimiento del 14,7 por ciento, que pasa a ser del 13,3 por ciento en términos homogéneos (sin el efecto de los ingresos de cerrados de las autonomías), debido a la buena trayectoria de las retenciones de trabajo (12,7 por ciento), las retenciones de capital (12,8 por ciento), de arrendamientos (10,2 por ciento) y fondos de inversión (34,8 por ciento) y a la cuota diferencial bruta del ejercicio 2004.
Además, el Impuesto sobre Sociedades creció el 24,9 por ciento por el aumento del 23,2 por ciento de la cuota diferencial positiva del ejercicio 2004 y del 21,8 por ciento en los pagos a cuenta, junto con la dinámica trayectoria de las retenciones de capital y fondos de inversión y el fuerte descenso de las devoluciones de cuota diferencial ejercicio 2003 realizadas a principio de 2005.
En cuanto a los impuestos indirectos, el IVA y el Tráfico Exterior crecieron a fuerte ritmo apoyados por la favorable evolución de la demanda interna, mientras que los impuestos especiales acusaron la ralentización del consumo de carburantes por el alza de precios y la pérdida recaudatoria consecuencia del significativo desplazamiento del consumo de tabaco hacia las marcas de bajo coste.
El informe destaca que este "histórico" crecimiento se debió al dinamismo de las retenciones sobre las rentas del trabajo y del capital y al "positivo" impacto de las cuotas diferenciales del IRPF y del Impuesto sobre Sociedades que corresponden a rentas y beneficios devengados en 2004.
También destaca la influencia en este crecimiento del incremento de 2,3 puntos respecto a 2004 en la recaudación por IVA y los mayores ingresos por ejercicios cerrados de retenciones de trabajo de las comunidades autónomas, que ascendieron a 511 millones de euros.
El IRPF acumuló un crecimiento del 14,7 por ciento, que pasa a ser del 13,3 por ciento en términos homogéneos (sin el efecto de los ingresos de cerrados de las autonomías), debido a la buena trayectoria de las retenciones de trabajo (12,7 por ciento), las retenciones de capital (12,8 por ciento), de arrendamientos (10,2 por ciento) y fondos de inversión (34,8 por ciento) y a la cuota diferencial bruta del ejercicio 2004.
Además, el Impuesto sobre Sociedades creció el 24,9 por ciento por el aumento del 23,2 por ciento de la cuota diferencial positiva del ejercicio 2004 y del 21,8 por ciento en los pagos a cuenta, junto con la dinámica trayectoria de las retenciones de capital y fondos de inversión y el fuerte descenso de las devoluciones de cuota diferencial ejercicio 2003 realizadas a principio de 2005.
En cuanto a los impuestos indirectos, el IVA y el Tráfico Exterior crecieron a fuerte ritmo apoyados por la favorable evolución de la demanda interna, mientras que los impuestos especiales acusaron la ralentización del consumo de carburantes por el alza de precios y la pérdida recaudatoria consecuencia del significativo desplazamiento del consumo de tabaco hacia las marcas de bajo coste.