"Los Comités de Empresa de Prisa quieren transmitir a los 15.000 empleados, a la sociedad española, a los inversores y gobiernos, que los responsables del Grupo pretenden ningunear a los representantes de los trabajadores en un momento de enorme trascendencia para el futuro inmediato, tanto de nuestras compañías, como de la pluralidad informativa y los principios ideológicos sobre los que se edificó esta casa en las últimas tres décadas", comienza el comunicado. Los trabajadores se quejan de falta de información sobre la entrada de una nueva mayoría accionarial en Prisa, el fondo de inversión Liberty.
Dicen que "quienes tienen el cometido de pensar en cómo cocinar para dar gusto a los nuevos comensales no han encontrado ni nuevos ingredientes, ni preparaciones novedosas para afrontar el futuro... Sólo se les ocurre externalizar todo lo externalizable, trocear todo lo que sea divisible, vender las porciones prescindibles, abaratar el precio del trabajo y mantener a la cabeza del Grupo a quien no se ha destacado precisamente por su olfato en los negocios".
"Será interesante entender cómo un fondo especulativo compra más de la mitad de una empresa con fuertes deudas y al tiempo se mantiene al margen de la gestión, así como conocer las condiciones exigidas por los bancos acreedores".
"Prisa es algo más que un negocio, ha constituido un puntal para la construcción, el desarrollo y el mantenimiento de la democracia en este país. La influencia y el prestigio del primer grupo de comunicación en español constituyen un bocado sabroso para cualquiera que pretenda dominar más hilos de poder".
Denuncian además "la desazón de los de Cuatro por la venta de la televisión en abierto al grupo inversor de Silvio Berlusconi" y las "aviesas intenciones de la patronal, que pretende utilizar el fracaso del capitalismo financiero demostrado en esta crisis para rebajar nuestras condiciones laborales", se quejan.