Hace años que la amenaza de los automóviles de bajo coste procedentes de China o de la India está presente en el ambiente. Pero no ha sido hasta la celebración de los Salones del Motor de Barcelona o de Ginebra cuando la amenaza se ha hecho realidad para los grandes fabricantes de vehículos europeos.
Tata Motors, empresa propietaria de Jaguar y Land Rover, ha presentado en la Ciudad Condal el Nano, "el coche más barato del mundo". Un vehículo que se comenzará a vender en España a finales del 2010 ó comienzos del 2011 al sorprendente precio de 3.000 euros. No es el primer vehículo denominado de bajo coste que se vende en España. Pero sin duda, sí que es el más barato.
La filosofía de los coches de bajo coste nació en un principio para abastecer a los mercados emergentes. Países con un importante crecimiento económico y con una creciente clase media que aspira a dejar la motocicleta como medio de transporte y a motorizarse sobre cuatro ruedas a corto plazo. De hecho, las ventas en los países emergentes representarán el 80% de las ventas del mercado automovilístico en los próximos años.
El éxito Nano en la India
En la India, concretamente, las ventas totales de automóviles se triplicarán hasta alcanzar las tres millones de unidades anuales para el año 2015, según las previsiones con las que trabaja el Gobierno indio. Y la empresa Tata Motors está preparada para ello. A la fábrica de Pantnagar, que tiene una capacidad para fabricar 60.000 vehículos anuales del modelo Nano, se le sumará a finales de año una nueva fábrica en el oeste de la India, en Sanand.
Entre ambas factorías, el fabricante indio de automóviles tiene previsto elevar la producción anual de Nanos hasta las 350.000 unidades. Pero la filosofía de los coches low cost ha superado fronteras y realidades socioeconómicas, y ya está de camino al Viejo Continente, demostrando que el precio es un factor importante en cualquier mercado. Incluyendo a la consumidora y acomodada Europa.
De entrada, y antes de hacer su aparición en Europa, el Nano viene avalado por su triunfo en la India. Con un precio que ronda las 100.000 rupias (unos 1.500 euros), el Nano de Tata Motors ha formalizado 250.000 reservas desde que se lanzara a la venta en marzo, duplicando las cifras que se barajaban inicialmente.
Equipado con un motor de dos cilindros con 625 cm3 y 33 CV, y con una longitud de apenas tres metros de largo, caja de cambios manual de cuatro velocidades y una velocidad de 105 km/hora, el Nano es un compacto urbano, tal y como lo definen los propios responsables de Tata.
Un coche de pequeño tamaño ideal para circular, y sobre todo para aparcar en las grandes ciudades, convirtiéndose además en una práctica solución a la crisis económica que nos afecta y que impide a muchos ciudadanos comprarse un coche, ante la falta de créditos por parte de los bancos, y ante el miedo al paro.
Además, y para abaratar costes, el Nano en su versión india no tiene aire acondicionado, ni elevalunas eléctrico, ni dirección asistida. Equipamiento bajo mínimos, para unos precios bajo mínimos.
Unas prestaciones con las que sí contará la versión europea del coche más barato del mundo. Acomodado a las exigencias europeas de seguridad, reúne un completo equipamiento de serie, con aire acondicionado o tapizados ribeteados en cuero y un coste de entre 3.000 y 4.000 euros.
Tras la mejorada versión europea, Tata Motors ya está trabajando en la versión para Estados Unidos, un modelo que tendrá algunas variaciones que le permitan cumplir los estándares de calidad y seguridad estadounidenses.
¿El futuro?
El Nano es el primer coche que se venderá en España por debajo de los 5.000 euros. Pero sin duda, vendrán más. De momento, en Europa ya se están vendiendo vehículos como el Tata Indica, o el Dacia Logan, un modelo que aunque nació para motorizar a la población de los países emergentes, está teniendo un importante nivel de ventas en Europa. Y las previsiones señalan que los vehículos económicos y de pequeño tamaño coparán un importante porcentaje de la venta de vehículos a nivel mundial en los próximos años.
Por ello, y ante la amenaza de que los vehículos de bajo coste afecten a la industria del automóvil, al igual que los vuelos de bajo coste han afectado a las grandes aerolíneas tradicionales, las grandes corporaciones automovilísticas mundiales han comenzado a prepararse.
No en vano, consultoras como Roland Berger tienen estudios que pronostican que en el 2012 se venderán 18 millones de coches que costarán menos de 6.800 euros. Dieciocho millones de unidades que saldrán de los consumidores de los potentes mercados emergentes, pero también de los mercados occidentales, acuciados por la crisis económica, por el alza del precio del petróleo y por el auge de los coches pequeños, cada día más necesarios en las grandes capitales, ante la falta de espacio para aparcar.
Unas cifras que han hecho que las grandes corporaciones vuelvan sus ojos hacia los modelos baratos. Compañías como General Motors, Chevrolet, Fiat o Volkswagen han anunciado que están estudiando modelos de coches baratos. De momento, Nissan ha anunciado en el Salón de Barcelona que lanzará un coche anticrisis y ecológico, el Pixo, cuyo coste rondará los 7.500 euros.
Esta tendencia también lo confirma el estudio global que realiza todos los años KPMG International. Según KPMG, una de las principales firmas auditorias del mundo, durante los próximos cinco años, la industria del automóvil tiene previsto centrar sus inversiones en estos tiempos de crisis en nuevos modelos y en nuevas tecnologías que satisfagan la demanda de los consumidores.
Factor precio
En este estudio de carácter anual, en el que participaron 200 directivos de empresas fabricantes y proveedores de automóviles de todo el mundo, un 96% de los encuestados considera que el consumo eficiente es el factor más valorado por los consumidores a la hora de adquirir un vehículo, seguido por el factor precio, citado por el 83% de los directivos, y por los combustibles alternativos, citado por el 70%.
El estudio de KPMG señala además que para el consumidor resulta más importante en este momento el consumo eficiente que la calidad del producto, al igual que se prevé que el factor ‘precio asequible’ crecerá significativamente durante los próximos cinco años. De hecho, en el estudio del 2008, el factor "precio asequible" fue citado por el 69% de los directivos, mientras que en el estudio del 2009, la cifra ha aumentado hasta el 83%.
Unas cifras que concuerdan con la realidad. Una vez que el automóvil de fabricación occidental ha obtenido unos elevados índices de seguridad, velocidad y confort, ahora le toca a la industria automovilística enfrentarse a lo nuevos retos.
Por un lado, debe de mejorar la sostenibilidad de los automóviles, creando vehículos más eficientes y limpios, en respuesta a la creciente conciencia ambiental que se respira en las sociedades europeas, a la par que tiene que enfrentarse a la demanda creciente de coches baratos.
Competitividad, eficiencia y sostenibilidad. Esos son los tres grandes retos a los que se enfrenta la industria automovilística occidental, estrangulada por la crisis económica mundial y por la falta de crédito en muchos mercados que ha provocado una fuerte caída en las ventas de automóviles en el conjunto de Occidente.
Pero si el lanzamiento del Nano en Europa es un reto para los gigantes automovilísticos occidentales, el verdadero reto llegará cuando China comience a vender sus coches en el Viejo Continente.
Hasta este momento, los fabricantes chinos todavía no han podido desembarcar en Europa por las exigentes condiciones de seguridad que impone la Unión Europea para los vehículos que circulan por nuestras carreteras. Pero los fabricantes chinos trabajan de forma incansable y contrarreloj para adaptarse a las exigencias y poder vender sus coches en Europa.
En la ciudad, coches por minutos
El extraordinario crecimiento de las redes públicas de transporte permite que un número cada vez mayor de ciudadanos recurra a ellas a la hora de plantear sus desplazamientos. Y ello supone que un número creciente de personas abandone la idea clásica de que es indispensable disponer de un vehículo propio.
En este contexto comienza a observarse el nacimiento de iniciativas que pretenden atender a este nuevo público: consumidores que podrían requerir de un vehículo en ocasiones puntuales. El más novedoso lleva el nombre de Car2go ("coches para marchar"). Se trata de un servicio de alquiler de vehículos por minutos que se ha implantado en la ciudad alemana de Ulm, la primera en implementarlo, con el permiso de ciudades como Venecia o Mallorca, que disponen de sistemas similares.
El modelo de coche elegido es un Smart CDI y el servicio está disponible las 24 horas al día durante los 365 días del año por un precio de 19 céntimos de euro por minuto, combustible incluido. La forma de alquilar uno de los 200 Smart disponibles es muy fácil. Las reservas se cierran de forma muy ágil. Tan sólo es necesario presentarse en alguno de los establecimientos de la cuidad o vía telefónica o por Internet.
La estructura de costes es bastante sencilla, ya que se facturan 19 céntimos de euro por minuto incluyendo combustible utilizado, kilómetros recorridos, seguros e impuestos. Para alquileres de mayor duración existen también las tarifas de 9.90 euros la hora o de 49 euros por un día completo.
Esta iniciativa ha despertando un gran interés por parte de otros países para implantarla. Sin embargo, la tarifa es bastante alta respecto a otras compañías de alquiler de vehículos que cobran entre 15 y 20 euros por un día completo.
El bajo coste
Cambio de tendencia en EEUU. Incluso en los Estados Unidos, un país en el que tradicionalmente se han preferido vehículos potentes y de gran tamaño, están cambiando las tendencias hacia vehículos de menor tamaño.
De hecho, mientras las cifras generales del mercado automovilístico van a la baja en Estados Unidos, el mercado de los pequeños automóviles va en aumento. Esta tendencia la apuntaba el New York Times el pasado mes de abril, señalando que uno de cada cinco automóviles vendidos en Estados Unidos era de pequeño tamaño, una situación nunca vista en un país acostumbrado a los grandes vehículos.
Hace sólo una década, solamente uno de cada ocho coches vendidos era de pequeño tamaño. En medio del caos de la industria automovilística estadounidense, la propia GM reconoce que negaron la realidad, al colocar en el mercado productos equivocados, en lugar de fabricar los coches que la gente quiere, más eficientes y limpios.
No es low cost todo lo que reluce. Muchos analistas señalan la barrera de los 10.000 euros como límite para los coches denominados low cost. Y al menos por el precio, podrían pasar como coches baratos.
Pero en Europa, hace años que podemos adquirir vehículos cuyo precio no alcanza los 10.000 euros, aunque no son coches low cost. Son vehículos como el Renault Twingo, el Smart o el Chevrolet Matiz. Vehículos considerados urbanos por su pequeño tamaño, y por la facilidad a la hora de encontrar aparcamiento en las grandes ciudades, pero que cuentan con todas las aplicaciones a las que estamos acostumbrados.
¿Cómo fabricar un coche tan barato? Los costes de mano de obra son muy reducidos. Además, Tata Motors usa plásticos reciclables, que le permiten abaratar la producción, rebajar el peso, y el combustible que consumirá el vehículo.