Las recomendaciones del instituto emisor van dirigidas a bancos de diverso tamaño, pero todos con la misma intención de ampliar su presencia en el territorio nacional, objetivo que podría casarse así con la necesidad de que las cajas de ahorro reduzcan exceso de capacidad.
El instituto emisor español anima a los bancos -entre los que podrían figurar tanto Popular, como Sabadell, Banesto y Bankinter- a analizar cuáles de dichos activos podrían ayudarles a crecer, ya sean financieros como de red, u otro tipo de negocios.
El Popular está adelgazando su red comercial, mientras que Banesto y Bankinter no prevén ninguna reorganización de ésta, pero no desaprovecharán oportunidades de ampliar su mercado en España. Sabadell tampoco contempla adquirir oficinas, pero su presidente, Josep Oliú, sí ha manifestado que el banco considera la posibilidad de comprar líneas de negocio enteras sobrantes de integraciones.
Para el organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez, la reordenación del mapa financiero español pasa necesariamente por que las entidades ganen en eficiencia y solvencia, y el proceso se realice con el menor coste posible para los contribuyentes. El fondo cuenta con hasta 90.000 millones de euros.
Así, si las cajas de ahorros inmersas en procesos de fusión, integraciones o fórmulas de colaboración necesitan finalmente recurrir al dinero público del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), la venta de algunos activos se perfila como una fórmula rápida de devolver los recursos al Estado.
Cómo sortear las trabas autonómicas
Por otro lado, el Banco de España mira con buenos ojos las alianzas que algunas cajas están estudiando a través de la creación de un Sistema Institucional de Protección (SIP), también conocido como 'fusión virtual', ya que esta fórmula permitiría a las entidades involucradas sortear las eventuales trabas políticas de las autoridades autonómicas, indicaron las fuentes consultadas.
Con esta fórmula, las cajas interesadas en aunar esfuerzos ganarían en tamaño y solvencia sin perder su identidad corporativa y mejorarían sus condiciones para participar en el nuevo escenario financiero español que se está abriendo a raíz de la crisis financiera. Al no tratarse de una fusión en sentido estricto, las alianzas no tendrían que estar sujetas a la autorización autonómica.
No obstante, el organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez sólo valorará positivamente esta fórmula si el proyecto de integración de entidades finalmente redunda en una mejora de la solvencia y de la eficiencia, lo que suele traducirse, en parte, en la desinversión de duplicidades o activos no esenciales.
Según explicó el pasado mes de agosto el subgobernador del Banco de España y presidente de la comisión rectora del FROB, Javier Aríztegui, el resultado final de la reordenación bancaria debe satisfacer un doble objetivo: por un lado, asegurar el menor coste posible para el contribuyente en caso de que sean necesarios fondos públicos para acometer el proceso; y por otro, dar lugar a un sistema financiero más sólido capaz de favorecer el crecimiento de la economía española.
Caja canarias y la CAN abren el camino
Caja Canarias y Caja Navarra (CAN) protagonizaron el pasado miércoles la primera 'fusión virtual' e integración interregional, mediante la firma de la puesta en común de negocios y políticas de riesgo, sin que las respectivas entidades pierdan su personalidad jurídica y sus órganos de gobierno en sus áreas de origen, de acuerdo al modelo SIP.
El Banco de España ya ha hecho una "valoración preliminar positiva" de la integración de negocios y de la constitución de un grupo económico entre estas dos cajas de ahorros, que han declarado no necesitar los recursos del FROB para llevar a término su proyecto.
Esta integración, que dará lugar a la novena caja de ahorros a escala nacional por volumen total de activos y a la sexta en términos de resultado consolidado atribuido, se mantiene abierta a la participación de otras cajas de ahorros, entre las que podría figurar Caja Cantabria.
Al mismo tiempo, en Cataluña se fraguan dos procesos de fusión: el de las cajas de Girona, Manlleu, Sabadell y Terrasa, por una parte, y el de las de Cataluña, Manresa y Tarragona, por otra. Y en Castilla y León podría nacer una nueva entidad de la integración de Caja España, Caja Duero y Caja Burgos.