L D (Agencias) Por otra parte, el Gobierno argentino difundió este martes detalles de su propuesta a los acreedores privados para reestructurar su deuda externa en mora por valor de 88.000 millones de dólares, mediante una oferta de canje por nuevos bonos. Kirchner propone un menú de cuatro tipos de bonos con el objetivo de reducir la deuda pública en un 75 por ciento que había sido dado a conocer durante la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial.
Argentina pone a disposición de los tenedores de unos 88.000 millones de dólares en títulos en suspensión de pagos un bono a la par sin quita del capital, pero con una tasa de interés del 0,5 por ciento al 1,5 por ciento anual, con una extensión en el plazo de maduración de 20 a 42 años. Una segunda opción está contemplada en un bono de descuento, por el cual se reduce un 75 por ciento el valor nominal del capital, con un plazo de devolución de lo invertido de 8 a 32 años, y una tasa de interés de entre el 1,0 por ciento y el 5,0 por ciento. El tercer título se denomina bono cuasi par, que contiene una reducción del capital del 30 por ciento, con un plazo de vencimiento de 20 a 42 años, y una tasa de interés de entre 1,0 por ciento y 2,0 por ciento. Una cuarta alternativa ofrecida consiste en bonos en pesos, con una tasa de interés no determinada, pero cuyo valor estará atado al crecimiento de la economía, de manera que se pagará más por el papel cuanto mayor sea la evolución del Producto Interior Bruto (PIB).
El Gobierno aseguró que cualquiera sea la elección de los acreedores institucionales y particulares, el objetivo es reducir el 75 por ciento el stock nominal de deuda declarada en suspensión de pagos en diciembre de 2001. Funcionarios del Ministerio de Economía, encabezados por el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, realizaron una gira por diversas ciudades para brindar detalles de la propuesta del Gobierno argentino a los acreedores. En la mayoría de los casos, los acreedores rechazaron la iniciativa. La mayor cantidad de ahorradores extranjeros con títulos argentinos se concentran en Alemania, Japón, Suiza, Italia y Estados Unidos. Un 34 por ciento de los títulos en mora se encuentra en mano de inversores argentinos institucionales, como administradoras de fondos jubilatorios, e individuales.
Ante el rechazo que suscitó la oferta entre los acreedores, el documento difundido este martes señala que "el reclamo judicial no es el mejor medio" y que "la solución debe ser alcanzada mediante negociaciones". El texto publicado dice que la deuda que debe de ser reestructurada es menor a la prevista inicialmente. Los funcionarios argentinos indicaron que la deuda en mora desde finales de 2001 y que entraba en la negociación era de 94.302 millones de dólares. Este martes indicaron que es de 88.000 millones de dólares. La diferencia surge porque Argentina decidió dejar fuera los intereses devengados desde la suspensión de pagos. Según el cálculo oficial, para finales de este año la deuda pública argentina ascenderá a 185.200 millones de dólares, de los cuales 78.500 millones de dólares se van pagando de forma regular.