LD (EFE) El cierre, que fue convocado por la Asamblea de la CEEES el 27 de abril pasado, será de ámbito nacional y tiene como objetivo defender "la competitividad y viabilidad de las empresas, el mantenimiento del empleo estable y de calidad y la mejora del servicio y atención al usuario", según la patronal.
Las gasolineras tienen libertad de horarios, pero no pueden realizar paros patronales, por lo que los asociados a la patronal que secunden el cierre abrirán ese día durante una hora y cerrarán las 23 restantes.
La CEEES persigue que Cepsa y Repsol YPF cumplan las sentencias del Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) que les obligan a no fijar los precios de los carburantes y la supresión de los contratos de exclusividad de duración superior a la establecida por Bruselas con las petroleras.
Esta patronal agrupa a 3.999 gasolineras de las 7.638 que hay en toda España, incluidas 187 pertenecientes a supermercados e hipermercados.
Por otro lado, los empresarios de gasolineras quieren mostrar con el cierre su desacuerdo con las normativas que les impiden vender tabaco y alcohol en sus establecimientos, que les ha supuesto una pérdida de ingresos brutos de 81 millones de euros desde enero pasado, según cálculos de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP).
La iniciativa de la CEEES no cuenta con el apoyo de todo el sector y otras patronales como la Agrupación Española de Vendedores al Por Menor de Carburantes y Combustible (AEVECAR) considera "injustificado" el cierre y manifiesta que los contratos de abanderamiento firmados entre empresarios y operadoras son "voluntarios".
Desde la AOP también creen que no existen motivos para plantear el cierre, ya que las gasolineras abanderadas pueden fijar libremente los precios de los carburantes, y han acusado a la CEEES de utilizar a los usuarios como "rehenes".
La distribución de hidrocarburos es competencia de las Comunidades Autónomas y corresponde a estas administraciones velar por la seguridad del suministro de los carburantes.
Las gasolineras tienen libertad de horarios, pero no pueden realizar paros patronales, por lo que los asociados a la patronal que secunden el cierre abrirán ese día durante una hora y cerrarán las 23 restantes.
La CEEES persigue que Cepsa y Repsol YPF cumplan las sentencias del Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) que les obligan a no fijar los precios de los carburantes y la supresión de los contratos de exclusividad de duración superior a la establecida por Bruselas con las petroleras.
Esta patronal agrupa a 3.999 gasolineras de las 7.638 que hay en toda España, incluidas 187 pertenecientes a supermercados e hipermercados.
Por otro lado, los empresarios de gasolineras quieren mostrar con el cierre su desacuerdo con las normativas que les impiden vender tabaco y alcohol en sus establecimientos, que les ha supuesto una pérdida de ingresos brutos de 81 millones de euros desde enero pasado, según cálculos de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP).
La iniciativa de la CEEES no cuenta con el apoyo de todo el sector y otras patronales como la Agrupación Española de Vendedores al Por Menor de Carburantes y Combustible (AEVECAR) considera "injustificado" el cierre y manifiesta que los contratos de abanderamiento firmados entre empresarios y operadoras son "voluntarios".
Desde la AOP también creen que no existen motivos para plantear el cierre, ya que las gasolineras abanderadas pueden fijar libremente los precios de los carburantes, y han acusado a la CEEES de utilizar a los usuarios como "rehenes".
La distribución de hidrocarburos es competencia de las Comunidades Autónomas y corresponde a estas administraciones velar por la seguridad del suministro de los carburantes.