LD (EFE) Si la comparación se remonta a la entrada en vigor de la moneda única, enero 2002, estos billetes, popularmente conocidos como "Bin Laden" porque "existen pero nadie los ha visto" o son pocos los que lo han hecho, se han multiplicado por ocho en España, en tanto que en toda la zona euro se han sextuplicado. En lo que respecta a la proporción de estos billetes que están en manos de los españoles, ésta ha pasado del 21,3 por ciento a inicios de 2002 al 26,6 por ciento, lo que supone un aumento de 5,3 puntos porcentuales.
En el penúltimo mes de 2006, año en el que no se fabricaron billetes de 500 en Europa, el valor de los que circulaban en España ascendía a 54.724 millones de euros, cifra que representaba al 63,7 por ciento del total de billetes y monedas que ese mes circulaban por el país (85.848 millones). En el conjunto de la zona euro, en noviembre circulaban monedas y billetes por valor de 616.172 millones de euros, de los que el 14 por ciento estaban en España, porcentaje bastante inferior al de billetes de 500.
Los billetes de 200 euros repuntaron tras ocho meses de descensos o mantenimiento, hasta las 19,59 millones de unidades, el 1,3 por ciento más; mientras que los de cien aumentaron el 0,57 por ciento y los de 50 crecieron el 1,3 por ciento. Por su parte, los de 5 euros se redujeron en un 4,3 por ciento, en tanto que en el caso de los "papeles" de 20 y 10 euros se retiraron más unidades de las los emitidas. Los billetes que el Banco de España pone en circulación responden a la demanda de las entidades financieras, que, a su vez atienden a las peticiones de sus clientes.
Los expertos atribuyen la proliferación de billetes de 500 euros a que los españoles prefieren el efectivo a cualquier otro activo financiero, así como al blanqueo de capitales y al "boom" del sector de la construcción, en el que muchos pagos se hacen en "negro". Además, las cajas y bancos se ven obligados a devolver al organismo regulador grandes cantidades de billetes de menor denominación, que entran de forma masiva en España a través de los turistas, a los que les gusta viajar con efectivo y que prefieren hacer sus pagos principalmente con "billetes pequeños".
En el penúltimo mes de 2006, año en el que no se fabricaron billetes de 500 en Europa, el valor de los que circulaban en España ascendía a 54.724 millones de euros, cifra que representaba al 63,7 por ciento del total de billetes y monedas que ese mes circulaban por el país (85.848 millones). En el conjunto de la zona euro, en noviembre circulaban monedas y billetes por valor de 616.172 millones de euros, de los que el 14 por ciento estaban en España, porcentaje bastante inferior al de billetes de 500.
Los billetes de 200 euros repuntaron tras ocho meses de descensos o mantenimiento, hasta las 19,59 millones de unidades, el 1,3 por ciento más; mientras que los de cien aumentaron el 0,57 por ciento y los de 50 crecieron el 1,3 por ciento. Por su parte, los de 5 euros se redujeron en un 4,3 por ciento, en tanto que en el caso de los "papeles" de 20 y 10 euros se retiraron más unidades de las los emitidas. Los billetes que el Banco de España pone en circulación responden a la demanda de las entidades financieras, que, a su vez atienden a las peticiones de sus clientes.
Los expertos atribuyen la proliferación de billetes de 500 euros a que los españoles prefieren el efectivo a cualquier otro activo financiero, así como al blanqueo de capitales y al "boom" del sector de la construcción, en el que muchos pagos se hacen en "negro". Además, las cajas y bancos se ven obligados a devolver al organismo regulador grandes cantidades de billetes de menor denominación, que entran de forma masiva en España a través de los turistas, a los que les gusta viajar con efectivo y que prefieren hacer sus pagos principalmente con "billetes pequeños".