L D (Agencias) El presidente de Bolivia, Evo Morales, nacionalizó este jueves por decreto tres petroleras, participadas por inversores británicos, peruanos y alemanes, y una compañía telefónica filial de la multinacional italiana Telecom.
Con los decretos promulgados por Morales en un acto multitudinario en la Plaza Murillo de La Paz, el Estado boliviano pasa a controlar el 50 por ciento más una de las acciones de Chaco, del grupo British Petroleum, y de Transredes, participada por la británica Ashmore y la anglo-holandesa Shell.
Además, el Estado también adquiere el cien por cien de la propiedad de la Compañía Logística de Hidrocarburos, que estaba en manos de inversores peruanos y alemanes, y de la telefónica Entel, filial de Telecom.
Los anuncios hechos hoy por el mandatario coinciden con el segundo aniversario de la nacionalización de los hidrocarburos que él mismo decretó el 1 de mayo de 2006 y que, para los críticos, es una simple reforma tributaria.
La negociación para recuperar el control de las tres petroleras mencionadas y de otra gestionada por una filial de la hispano-argentina Repsol YPF comenzó hace varios meses, pero el plazo definitivo para concretar ese proceso vencía la pasada medianoche.
Minutos antes de dar a conocer las nuevas nacionalizaciones, el Gobierno de Morales y ejecutivos de Repsol YPF firmaron un contrato por el que el Estado boliviano recuperará la mayoría accionarial de su filial Andina, cuya administración y gestión será compartida.
Desde que Andina fue privatizada en la década de los 90, Repsol YPF disponía del 50 por ciento y de la administración de la empresa, que explota 18 campos petroleros menores y cuenta con una participación del 50 por ciento de los megacampos de San Antonio y San Alberto, que opera la estatal brasileña Petrobras.
La sorpresa de la jornada fue la nacionalización de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), participada en un 50 por ciento por Telecom.. En enero de 2007, Morales anunció la nacionalización de Entel, pero las negociaciones se estancaron después de que la multinacional italiana presentara una demanda de arbitraje ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias de Inversiones (CIADI), que Bolivia abandonó el año pasado. "Intentamos dialogar y negociar con Telecom. Los ministros hicieron muchos esfuerzos", dijo el presidente al justificar su decisión.