LD (Libertad Digital) Las intervenciones realizadas en los últimos días por los bancos centrales no están evitando los desplomes bursátiles de los bancos, especialmente en Estados Unidos. Morgan Stanley y Goldman Sachs sufrieron ayer una jornada negra en Wall Street, con caídas en la cotización en el entorno del 20 por ciento. Para evitar acabar como el ya quebrado Lehman Brothers, Morgan Stanley negocia una fusión.
Así lo confirmó este jueves el consejero delegado de Morgan Stanley, John Mack, quien admitió que existen contactos con el banco norteamericano Wachovia; aunque aseguró que, de momento, "las conversaciones son preliminares y podrían no llegar a un acuerdo", pues otros bancos también están interesados en Morgan Stanley, según informa The New York Times.
De los cinco grandes bancos de inversión que había en Estados Unidos antes de que la crisis financiera sacudiera los cimientos de Wall Street, sólo Goldman Sachs y Morgan Stanley continúan siendo independientes, tras la quiebra de Lehman Brothers y la venta de Merrill Lynch a Bank of America y de Bear Stearns a JPMorgan Chase.
Los inversores y los analistas se preguntan ahora si estos dos bancos de inversión necesitan asociarse con bancos comerciales, cuyos depósitos son más estables, para garantizar su supervivencia. Las acciones de Morgan Stanley, que bajaron ayer miércoles un 24,22 por ciento, hasta los 21,75 dólares.
Washington Mutual busca comprador
El rotativo norteamericano también asegura que Washington Mutual está buscando un comprador y que ha contratado a Goldman Sachs para que le ayude. Entre los potenciales socios de estarían, según ese diario, Wells Fargo, JPMorgan Chase y HSBC. Las acciones de Washington Mutual, bajaron ayer un 13,36 por ciento hasta los 2,01 dólares.
En el ámbito de la cooperación internacional para seguir interviniendo en los mercados financieros, los seis principales bancos centrales del mundo han anunciado "medidas coordinadas" para hacer frente a la falta de liquidez en los mercados financieros globales.
Concretamente, el BCE ha vuelto a intervenir en el eurosistema aportando otros 40.000 millones de dólares. La misma cantidad que ha inyectado el Banco de Inglaterra. Por su parte, la Reserva Federal de EEUU ha introducido nada menos que 180.000 millones de dólares.
Esta medida se produce después de que, a lo largo de la última semana, los bancos centrales realizaran intervenciones individuales para aumentar la liquidez en sus respectivos mercados y paliar así las tensiones surgidas ante las elevadas presiones surgidas a raíz de la situación en Estados Unidos.
Pánico en Estados Unidos
Y es que, tras el rescate público de AIG, El pánico ha atenazado a los inversores, que han acudido en masa a comprar deuda pública, aun perdiendo dinero, antes que mantener sus saldos en el banco. El precio del oro también se ha disparado en los mercados.
Pero más allá de los datos bursátiles, el reflejo del temor vivido por los inversores se ha manifestado en toda su crudeza en el mercado de deuda pública. Así, la rentabilidad de los bonos del Tesoro de EEUU a 3 meses se hundió al 0%. Es decir, el precio de la deuda pública se disparó debido a que los inversores acudieron en masa a refugiarse de nuevas pérdidas.
Este dato refleja que los inversores no quieren tener sus saldos de caja en el banco. La gente está dispuesta a inmovilizar sus ahorros en deuda pública con tal de recuperar el principal (es decir, no perder dinero), aun sin exigir ninguna rentabilidad a cambio.
Es más, la rentabilidad de los treasury bills a un mes (deuda del Tesoro) llegó incluso a situarse por debajo de 0. Es decir, hasta tal punto llegó la demanda de la deuda pública para refugiarse de la crisis que se estaría pagando con tal de tenerla. Es decir, están perdiendo dinero.
Los inversores prefieren perder dinero a tenerlo en el banco
Tal y como explican los expertos del Observatorio de Coyuntura Económica del Instituto Juan de Mariana, (OCE), una deuda pública a 3 meses a un tipo de descuento de 0%, junto a la deuda a un mes con tipo de interés negativo significa que “los inversores están dispuestos a renunciar a parte de su dinero con tal de conservarlo dentro de un mes”. En otras palabras, “si hoy compro una letra del Tesoro a un mes por 1.000 dólares, al cabo de 30 días recibiré, por ejemplo, 990”.
Es decir, los inversores están saliendo de los “depósitos bancarios para adquirir deuda pública a un tipo de interés negativo”, lo cual evidencia el rechazo que se ha llegado a vivir en los mercados respecto a los pasivos bancarios ante el riesgo de nuevas quiebras.
Es decir, los inversores están saliendo de los “depósitos bancarios para adquirir deuda pública a un tipo de interés negativo”, lo cual evidencia el rechazo que se ha llegado a vivir en los mercados respecto a los pasivos bancarios ante el riesgo de nuevas quiebras.
Además, se trata de la mayor subida porcentual desde septiembre de 1999. Durante la sesión, el oro llegó a tocar ayer un máximo de 870,90 dóla