L D (Agencias) "Ahí lo tenéis. Por fin está hecho", fueron las palabras de Obama segundos después de estampar su firma en la nueva Ley de Recuperación y Reinversión de Estados Unidos, durante un acto celebrado en Denver, una de las ciudades golpeadas por la crisis económica, a miles de kilómetros de Washington, donde el plan sufrió más de la cuenta para ver la luz.
En un breve discurso antes de promulgar la ley, el presidente advirtió de que "nada será fácil" y que el proceso que queda por delante será "largo y complicado", aunque subrayó que se irá progresando poco a poco pero que habrá que estar preparados para los "altibajos" que se presenten en el camino. "Pero estoy convencido de que si hacemos el trabajo que tenemos que hacer, acabaremos siendo un país más prospero", subrayó Obama, quien aseguró que el plan viene acompañado de un fuerte dosis de "responsabilidad" y "transparencia" para que el pueblo estadounidense sepa en qué se gastan sus impuestos.
Así, aseguró que a ahora comienza la "difícil tarea" de trabajar para hacer realidad el sueño americano, sin pretender decir que hoy es el final de la crisis sino el "principio del fin" de un largo camino que acabará con la recesión y llevará a estabilizar la economía y a sentar las bases para una "larga era" de crecimiento y prosperidad en Estados Unidos.
Acompañado del vicepresidente, Joe Biden, y del gobernador de Colorado, Bill Ritter, Obama firmó el plan -el mayor en la historia de Estados Unidos-, en el Museo de Naturaleza y Ciencia de Denver, un gesto de apoyo a las energías alternativas, a las que destinará una buena parte de las partidas para infraestructuras y ciencia para programas de eficiencia energética.
"No hay que ser economista para saber que sin trabajo la gente no puede gastar y que sin consumo es imposible que mejore la economía, lo cual se convierte en un círculo vicioso que tenemos que detener, pero no sólo por mejorar las estadísticas, sino por una cuestión de dignidad", indicó Biden antes de la firma.
, el vicepresidente subrayó algunos de los puntos centrales del nuevo plan, en el que la clase media trabajadora se sitúa en un lugar privilegiado, "a diferencia de lo que ocurrió con otros planes del pasado". "Estamos aquí para cambiar el país y para empezar a construir la verdadera economía del futuro", añadió.