LD (Europa Press) "Lo ideal sería lo contrario", señaló Ocaña en una rueda de prensa para presentar los datos de la Ejecución Presupuestaria hasta el mes de abril, tras reconocer que España tendrá que subir este impuesto para adaptarse a la normativa europea.
La directiva sobre armonización fiscal de la energía fija una tributación mínima para el gasóleo de 302 euros por cada mil litros de gasóleo en el caso de España, mientras que la tributación española es de 293,8 euros por mil litros. En 2012, la tributación deberá ser como mínimo de 330 euros.
A pesar de todo, Ocaña insistió en que, "en la situación actual", el Gobierno no va a subir los impuestos de la gasolina, al tiempo que abogó por esperar a ver cómo evoluciona el precio del barril de crudo en los próximos meses.
En este sentido, admitió que el Ejecutivo está preocupado por últimos repuntes de los precios y su consiguiente impacto en sectores afectados, y reconoció que el Gobierno ya ha mantenido reuniones con los representantes de los transportistas para abordar el problema, aunque insistió en que habrá que esperar a la evolución de los precios para tomar medidas.