LD (EFE) El ministro de Agricultura, Gianni Alemano, ha convocado para la tarde de este martes una reunión de emergencia en el Palacio de Chigi, sede del Ministerio, para tratar las posibles soluciones. Está previsto que también asistan a la cita el ministro italiano de Economía, Giglio Tremonti, el de Actividades Productivas, Antonio Marzano, y el subsecretario Gianni Letta, según "Il Corriere della Sera".
En ambientes económicos se aseguraba este lunes que se perfila la declaración de bancarrota, que la protegería ante sus acreedores. El actual presidente de Parmalat, Bondi, se entrevistó este lunes con el ministro de Actividades Productivas (industria), Antonio Marzano, que le aseguró que en la reunión de este martes presentará al consejo de ministros propuestas para reformar la ley sobre crisis industriales. Se da por hecho que el Ejecutivo acelerará los tiempos de esa norma para evitar que se llegue a la quiebra de la empresa. La salida que se perfila es que sea declarado el estado de insolvencia de Parmalat. Los tribunales, a instancia del Gobierno, nombrarían un comisario, que según se asegura puede ser Bondi, quien presentaría un plan de reflote. Este comisario preservaría la continuidad de la empresa y se reduciría el riesgo de la quiebra.
Este lunes, los títulos de Parmalat sólo fueron cambiados en el mercado milanés entre las 17,36 y las 17,40 horas local. En esos escasos minutos se "quemaron" 155 millones de euros (193 millones de dólares). Tras el nuevo desplome, la capitalización de Parmalat es de 89,7 millones de euros (112 millones de dólares). El grupo alimentario vale en estos momentos, según los operadores, menos que una pequeña empresa. Las acciones de Parmalat han sido suspendidas este martes y han abandonado el MIB30, el índice milanés de los títulos más capitalizados. Al igual que Parmalat, todos los bancos implicados en la crisis del grupo alimentario registraron este lunes fuertes pérdidas.
Parmalat ha eludido recientemente varios pagos que tenía comprometidos y el Bank of America no ha reconocido la autenticidad de un documento que avalaba la liquidez de los títulos de Bonlat, del grupo Parmalat, por cerca de 3.950 millones de euros. Además, la Fiscalía de Milán ha anunciado que estudia la apertura de una investigación para comprobar la existencia de posibles irregularidades contables en el seno de la sociedad. En cuanto a las investigaciones policiales, los primeros interrogatorios que realizan los fiscales milaneses a directivos del grupo Parmalat están confirmando, según fuentes judiciales, que era falso el documento que avalaba que la filial Bonlat tenía 3.950 millones de euros en la Bank of America. Esa banca había declarado falso el documento, desatando la crisis en el grupo alimentario italiano. Según las mismas fuentes, los fiscales que investigan la crisis del grupo alimentario han asegurado que los interrogatorios están dando "buenos frutos" y que ya "han entendido casi todo". Al parecer, siempre según las fuentes judiciales citadas por la prensa italiana, fue usado incluso un escáner para reproducir el logotipo de la banca estadounidense y falsificar el documento.
Según "Corriere della Sera", el "agujero" puede superar los siete mil millones, ya que también "habrían sido falsificados" documentos que atestiguarían la existencia de actividades "por centenares de millones de euros". El matutino aseguró que el mismo Calisto Tanzi así se lo contó hace varios días a un grupo de directivos del grupo estadounidense Blackstone Group, que al parecer estaba dispuesto a entrar en el capital de la empresa italiana. La fiscalía de Milán puso bajo investigación al fundador y ex presidente, Calisto Tanzi, por presunta "falsificación de balances". Junto a él investigadas otras veinte personas, entre ellas los miembros del consejo de administración y los auditores. Asimismo, fueron interrogados algunos ex directivos, como los que fueran directores financieros Alberto Ferraris y Luciano Del Soldato, y el consultor Giampaolo Zini, este último en calidad de testigo. Parmalat emplea a 36.000 personas en todo el mundo, factura casi 8.000 millones de euros anuales y arrastra una deuda bruta de más de 6.000 millones de euros.