No interesa al psoe que los jóvenes piensen por ellos mismos.
Antes no había evaluación, sino calificación, que era el resultado de exámenes mensuales, trimestrales y finales, de caracter acumulativo. Esto servía para que los alumnos aprendieran, es decir recordaran lo estudiado. El objetivo esra una prueba externa: Examen de ingreso, revalida(s) examen de acceso a la universidad.
Ahora (desde la Ley General de Educación -1970- o sea con Franco) se evalúa a los alumnos mediante un proceso de evaluación contínua. El alumno sólo tiene que hacer los deberes al día, ya que prácticamente no tiene exámenes y por lo tanto no recuerda nada de lo aprendido a los quince días de hacer los ejercicios o resolver favorablemente los controles (exámenes de una lección). Si a eso se añade que antes el aprendizaje era reiterativo (los temas se veian en primaria y se repetian (subiendo el nivel) una o dos veces en el bachillerato, mientras que ahora se pasa sobre los temas importantes una sola vez. El plan de estudios (Curriculo) abarca tantas cosas (que no materias) que diluye lo realmente importante.
Resultado: lo jóvenes llegan a la Universidad (los que son "buenos" estudiantes) con unos conocimientos realmente ínfimos. Pregúnten a lo profesores de Universidad y verán que desmotivados empiezan a estar, lo mismo que los del la antes llamada enseñanza media (ahora secundaria) que abandonan la docencia en cuanto pueden acogerse a la jubilación anticipada.
Tema largo, largo. . . bastante poliédrico, pero esto sólo es un comentario. Sigan bien
Magnífico artículo. La enseñanza libre es, sin duda alguna, un derecho de los padres. Con este estudio demostráis, además, que es la mejor opción educativa.
Reconocía la LOGSE en su preámbulo que la Ley General de Educación de Villar Palasí, ministro de Franco, había supuesto un avance social muy notable, claro eran tiempos que considero de menos sectarismo que los actuales. Después vino la renovación pedagógica (o sea, cuentos de desertores de la tiza), los Ceps, la matemática moderna, Dios qué lío de subconjuntos, acaso disjuntos o grupos abelianos que ya era gana de jorobar a Pitágoras. Y no digamos nada de la gramática estructural, de la generativa, y ese intento tan críptico porque los monemas, los tontemas y los sintagmas sustituyeran a algo tan sencillo como sujeto,predicado y complementos. Y no digamos nada de la historia sin nombres, la abominación de la memoria, los métodos disparatados, el aula taller, Freinet y sus sueños de clara inspiración marxista. La sustitución del tiempo escolar para fiestas de navidad, de carnaval, del Halloven, viajes, semana del cuento chino, de la patata temprana, del día de la Región, o la Patría Provinciana, la Española no, el nene puede traumatizarse, y cuantas otras celebraciones pasaron de ser medios para que la educación no fuera tan árida a fines. O, lo que es lo mismo, lo secundario se ha alzado con el santo y la limosna. Si le añades unos gramos de desorden, de "oye tío" para dirigirse al maestro o profesor, de "a mí no me habléis de usted" del progre, de falta de respeto, de sociedad deshumanizada, de problemas lingüísticos regionalistas y cuantas realidades es innecesario seguir describiendo, tenemos la escuela e institutos que tenemos.
Y todo con un gasto terrible, con programas de todo tipo, con aulas de veinte o menos alumnos, con ordenadores, cañones, internet para chatear, no para entrar al Prado. Pero todo es inútil.
Y que nadie hable de comparar métodos antiguos o nuevos. Los nuevos métodos, las nuevas tecnologías siempre serán mejores, o debían serlo, que las viejas. Pero la enseñanza en España está gobernada por los santones del constructivismo, del cuentismo y del aprender a aprender. Al final con una mesa, tiza, pizarra y enciclopedia al menos aprendíamos aritmética, geometría, localizábamos los Urales y podía escribir mis pensamientos con un mínimo de coherencia, aunque mi estilo no posea grandes valores literarios. No crea nadie que esto mejorará mientras no se haga un diagnóstico acertado a la educación en España. Sin él no habrá curación. La enseñanza española goza de una terrible ceguera teleológica que se dice en pedagogía. O lo que es igual ausencia de fines. La psicología roussoniana, la sacralización del niño, y cuantas tonterías se han impuesto nos han llevado al señorito satisfecho de Ortega. Acababa un artículo de Muñoz Molina,"Elogio de la ignorancia",diciendo que hemos sobrevivido a guerras, invasiones y todo tipo de males, pero ponía en duda que pudiéramos sobrevivir a esta conjura de los necios. Pues eso.
Porque gobierna la PSOE.
En España no funcionaría bien el modelo finlandés de autonomía y menos donde hay partidos nacionalistas, cuyos seguidores tienen en la enseñanza su principal objetivo. Sería un disparate dejar en manos de los profesores ciertas decisiones. A no ser que:
a) Se garantizase por parte del Estado el derecho de los padres a elegir la lengua vehicular cuando hubiese más de una oficial.
b) Se instaure el cheque escolar.
En ese caso no habría tantos problemas y sí funcionaría bien el sistema. Los padres no son idiotas y en cuanto percibiesen que en un colegio se dedican, más que a enseñar lo que deben, a adoctrinar a sus hijos en eso de la "construcción nacional", si ven que sus hijos valen, se los llevarían a otro centro. Consecuencia: los centros tomados por profesores y directivos que se dedican a hacer política y a adoctrinar a los alumnos en contra de las ideas de sus padres irían teniendo cada vez menos y peores alumnos, estando abocados al cierre (y si es público, sus profesores desperdigados y diluidos en ambientes más "profesionales" que les pararían los pies al ver qué sucedió en el centro del que proceden).
Imprescindible:
Primaria hasta los 13, con especial atención a la Lengua, el Inglés y las Mates. Mucha redacción y comprensión lectora. Examen externo final con posibilidad de repetir curso una vez. El que no lo pase, a una FP de dos cursos de primer grado más orientada hacia las habilidades manuales (que buena falta hacen esos profesionales). Posibilidad tras la titulación de reincorporarse al bachillerato - mejor en clases de alumnos de ese origen para evitar una gran dispersión de edades, nada conveniente entre 14 y 18 - previo examen de aptitud de capacidades básicas. El que pase puede ir a una FP de segundo grado (tres años) menos manual y con más contenidos teóricos, y mucho inglés u otras lenguas extranjeras.
Bachillerato de cinco años, dividido en dos tramos, uno de tres y otro de dos.
Tras el de tres (cinco años para acabarlo), examen externo. El que no lo pase, a la FP de segundo grado. El que lo pase, a una FP de tercer grado (dos/tres años) para alcanzar un grado de técnico de elevada cualificación.
Tras el de dos (tres años para acabarlo), una especie de preuniversitario exigente, examen externo (el que no lo pase a la FP de tercer grado, con covalidaciones en su caso) y acceso a la Universidad de manera que cada facultad pueda imponer pruebas ad hoc para seleccionar a sus alumnos en caso de mayor demanda que oferta.
Con esto y 3/4 añitos de Universidad pueden salir decentemente como graduados, licenciados o como quieran llamarles. Luego ya, masters, cursos de doctorado y lo que se quiera en plan virguero total.
Becas decentes para los que de verdad las necesiten y, sobre todo, valgan. Créditos, avalados por el Estado (que puede reclamarlos luego al interesado si se vueleve moroso) para los alumnos que devolverán una vez que estén trabajando con un interés bajo, aunque no menor que la inflación.
Y con esto mejor nos iría.
En relación con la prueba de nivel que se celebra en la Comunidad de Madrid y cuyos resultados son públicos, no está mal recordar que el segundo colegio en resultados, es un colegio público de Mostoles. Es otro ejemplo de los mitos absurdos y falsos sobre la educación.
Estoy totalmente de acuerdo que el gran problema es la falta de autonomía de los centros: todo está regulado hasta el menor detalle.
Eso es igual con los unos que con los otros y ¡no digamos con los nazionalistas! Recordemos que hasta regulan lo relativo al idioma en los recreos y momentos de ocio.
Lo alucinante es que a todo el mundo, este modelo basado en la falta de libertad, le parece bien.
Yo quiero el cheque para mí, pero tengo a mi alrededor un montón de gente horrorizada con el hecho de tener que pensa en elegir. ¡con lo fácil que es que vayan al cole "del barrio".
Es lo malo de la libertad, que te exige responsabilidad. No es problema de los políticos ni de los profesores: es un problema social, el miedo a la libertad en general y a esto en particular.
Y los colegios privados que se pagan con dinero público encantados porque tienen clientela asegurada, por lo menos hasta Bachillerato que todos salen corriendo a los Institutos públicos
Puestos a lanzar hipótesis, creo que quizás la causa sea que es imposible que funcione ningún plan de enseñanza diseñado y puesto en práctica por descerebrados ágrafos y sectarios que confunde la idea que ellos tienen de cómo debería ser el mundo y los terrícolas que en él habitan, con la prosaica realidad de las leyes físicas y la verdadera naturaleza de esos monos desnudos que solo han demostrado ser hábiles para fastidiar sus propias vidas y las de sus semejantes, a extremos que no se han dado en ningún otro ser viviente conocido.
No olvidar lo inolvidable. Sencillamente desde que se cambio el bachiller de siete años y examen de Estado, la cosa ha ido de mal a peor y desde que "metio la mano Rugalcaba" la enseñanza NO EXISTE.