Se trata, posiblemente del mayor cheque de la historia. Y ya es visible. Lo recoge Andrew Ross en su libro Too big to fail (Demasiado grande para caer). El citado talón, por valor de 9.000 millones de dólares, fue expedido por el grupo japonés Mitsubishi UFJ en octubre de 2008 para hacerse con el 21% del banco estadounidense Morgan Stanley, gravemente afectado por la crisis financiera.
Al materializarse el pago durante el fin de semana del 13 de octubre, en lugar de hacerse la habitual transferencia electrónica la compra se materializó mediante este cheque, según recoge Ross.
Mitsubishi se hizo con un paquete accionarial del 9,9% de Morgan Stanley a un precio por acción de 25,25 dólares (en total, 3.000 millones), mientras que los 6.000 millones restantes se destinaron a la compra de convertibles perpetuas del banco a un 10% de interés anual convertibles a un precio de 31,25 dólares por acción, según informó entonces Morgan Stanley, tal y como recoge investorsconundrum.