LD (Europa Press) El grupo galo presentará esta propuesta al comité de empresa de la compañía el próximo 2 de diciembre e informará de que las salidas de los trabajadores deberán realizarse durante los próximos meses y años. La corporación resaltó que estas medidas de recorte de empleo son únicamente voluntarias.
PSA explicó que esta iniciativa se ha producido con motivo de la crisis financiera e industrial que está registrando en la actualidad y que ha derivado en "una violenta caída de las ventas" de coches, en especial durante el tercer trimestre del año y que se extenderá al cuarto trimestre en los principales mercados de Europa.
La compañía resaltó que la situación de reducción de ventas se mantendrá durante el próximo año.
El consorcio que preside Christian Streiff insistió que estas acciones de reducción de plantilla se llevarán a cabo de manera voluntaria para los trabajadores y sin poner en marcha despidos ni otro tipo de medidas traumáticas.
La compañía indicó que se está produciendo un cambio en el tipo de vehículos que demandan los clientes, hacia automóviles de segmentos más pequeños y más eficientes, lo que ha afectado especialmente a la planta de Rennes.
Por ello, unos 900 trabajadores tendrán que reconvertir la producción de vehículos de segmentos inferiores, en las plantas galas de Sochaux, Mulhouse, Aulnay o Poissy.
Asimismo, esta reducción de la demanda de los coches que se fabrican en la planta de Rennes ha provocado que la compañía tenga que recortar 850 puestos administrativos, de supervisión y directivos.
La compañía señaló que el futuro de la planta de Rennes está asegurado, ya que fabrica el modelo C5, que fue lanzado en 2008, y porque recibirá un nuevo modelo a finales de 2010.
El director de Recursos Humanos de PSA, Jean-Luc Vergne, señaló que la reducción de la plantilla "no es un placer", aunque apuntó que estas medidas se han tomado para asegurar la continuidad de la empresa y de sus más de 200.000 trabajadores.