La compañía, que justificó esta decisión para "compensar" dicha normativa que considera "injusta", aseguró que en el último año ha hecho frente a 100 millones de euros por los retrasos y las más de 15.000 cancelaciones de vuelos sufridas, que impidieron volar a 2,4 millones de viajeros, informa Europa Press.
La mayoría de estos gastos se debieron al cierre del espacio aéreo europeo por la nube de cenizas volcánica, entre abril y mayo, el cierre de aeropuertos por climatología adversa en Europa y los "más de 15 días de huelgas de los controladores aéreos, principalmente en Bélgica, Francia, Alemania y España en verano de 2010".
Según la compañía, la interrupción de los vuelos por este último motivo ha provocado "repetidas demoras y cancelaciones de vuelos".
Ryanair considera que los reglamentos "injustos y discriminatorios" de la normativa EU261 deben ser modificados para aliviar a las compañías aéreas de la carga de prestar asistencia en los casos en los que las cancelaciones y/o demoras no sean claramente responsabilidad o culpa de las aerolíneas.
"Es injusto y discriminatorio que se haga responsable a las compañías aéreas de tener que reembolsar billetes, pagar comidas, hoteles y llamadas telefónicas durante las huelgas de los controladores aéreos, por el cierre de aeropuertos por mal tiempo, o por el cierre del espacio aéreo por cenizas volcánicas cuando, incluso, las compañías de seguros de viajes eluden su responsabilidad en estos casos de fuerza mayor", aseguró la aerolínea irlandesa.
Asimismo, justifica este argumento en que compañías competidoras de transporte como el ferrocarril, ferrys y empresas de autocares no tienen esa responsabilidad en casos de "fuerza mayor" en sus reglamentos equivalentes al EU261.
Ryanair indicó que solo cuando se incluya una cláusula de indemnización para las aerolíneas "reducirá o eliminará esta tasa por completo" ya que con este canon la aerolínea espera reducir los gastos por cancelaciones o retrasos de fuerza mayor.