La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, ha vuelto a decir que lo peor de la crisis ha pasado y ha confiado en que la recuperación económica se consolide el próximo año.
En su intervención en el debate de totalidad del proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2010, Salgado volvió a defender las cuentas públicas elaboradas por el Gobierno para el próximo ejercicio.
Pese a que "lo peor ha pasado", Salgado advierte de que la recuperación será "larga y difícil". Prevé que la creación de empleo "aún tardará en llegar" y la reactivación económica será "lenta", y por eso la "estrategia de salida", es decir, la supresión de las medidas de estímulo contra la crisis, se hará "sin prisa" y con "prudencia".
Por otro lado, estima que la crisis aún se prolongará en el tiempo para algunos sectores, como el inmobiliario, que fue "intensivo en mano de obra poco cualificada" durante la última "década de expansión".
Para la ministra "la acción pública ha evitado que la recesión global se convierta en una gran depresión". No obstante, el nivel de deuda alcanzado por nuestro país y un déficit que amenaza con llegar al 12% del PIB a final de año hacen pensar a numerosos analistas nacionales e internacionales que nuestro país aún tiene el riesgo de caer en un periodo económico depresivo.
Lejos de citar la pérdida de competitividad o la rigidez del sistema laboral, la ministra estima que los rasgos específicos del impacto de la crisis internacional en España se limitan a la sangría laboral.
También ha justificado los ingentes esfuerzos en estímulos públicos para "apuntalar nuestro sistema financiero, prevenir posibles crisis y reforzar nuestros mecanismos de regulación y control". Como era de esperar Salgado también defendió la presencia de España en foros como el G-20 como argumento de peso que avala su proyecto de PGE.
En cuanto a la política de gasto público desplegada por el Ejecutivo para hacer frente a la crisis, Salgado se ha mostrado orgullosa de que su Gobierno haya tenido que mantener una "ingente cantidad de recursos públicos y asumir un cierto nivel de déficit" ya que "sin esa política de estímulos -un 2,3% del PIB, el mayor de la zona Euro- la situación política actual sería incomparablemente peor".
Lo que no ha explicado es qué entiende por un escenario "incomparablemente peor" que un déficit camino del 12%, una tasa de paro que amenaza con desbordar el 20% en la próxima EPA, o una deuda pública que va camino de superar el 60% del PIB en 2010.
La reflexión de Salgado pasa por que "podemos soportar un periodo de dificultades económicas graves, pero no podemos soportar una quiebra de la cohesión social, mucho más difícil de soportar".
De nuevo, ha apostado por los subsidios al desempleo que por políticas de reactivación del empleo o por la reforma del mercado laboral que reclaman organismos internacionales y la propia patronal, que el lunes intentó poner firme al secretario general de UGT, Cándido Méndez. Al contrario, Elena Salgado ha afirmado que el Gobierno hará el "esfuerzo presupuestario que sea necesario para atender a los trabajadores que han perdido su empleo y a sus familias". Para la ministra "en los momentos de crisis cobra especial valor lo que ayuda a la unidad".
Salgado, optimista
La ministra cree que es la "situación económica de nuestro país está mejorando poco a poco", lo que en su opinión "demuestra que el diagnóstico que hizo el Gobierno es plenamente válido en este momento". Dice que "estamos recuperando la competitividad perdida desde la adopción del euro" y que "prevemos un comportamiento más positivo del consumo privado".
Así, en su opinión, "estamos avanzando en la dirección adecuada y tenemos motivos para confiar en la recuperación de la economía".
Ley de Economía Sostenible
La clave para salir de la crisis se basa únicamente, según Salgado, en mantener las políticas de estímulo desde el sector público hasta que sea posible irlas retirando paulatinamente.
Por otro lado, establece una línea roja a la recuperación: "no pueden restablecerse las políticas económicas del pasado", sino "construir un sistema productivo sostenible social y medioambientalmente".
Así, confía en que la inversión en I+D+i, y el medio ambiente que pretende consagrar el proyecto de Ley de Economía Sostenible apuntale el camino a la recuperación y deja para más adelante las reformas estructurales en al economía: "La corrección de las debilidades estructurales de nuestra economía requiere tiempo".
Sobre esta Ley, ha dicho que "permitirá la adopción de buenas prácticas regulatorias y la simplificación de requisitos administrativos, en particular, los que afectan a la creación de empresas. Reducir los obstáculos normativos a la actividad económica. Introducir incentivos adecuados para que empresas y familias orienten su actividad hacia un modelo medioambientalmente sostenible. Empleo estable y de calidad, mejorando así la sociedad."
Por otro lado, una de las pocas novedades que ha avanzado la vicepresidenta ha sido que el Proyecto de Ley de Economía Sostenible incluirá "una aportación adicional para I+D+i, tanto a través del fondo estatal para la economía sostenible (dotado con 20.000 millones), como a través de medidas de estímulo fiscal". Además, ha reconocido que "los Presupuestos para 2010 recogen un recorte del gasto en I+D+i del 3,1%".
Nadie cuestiona el rigor de nuestras previsiones
Especialmente curioso ha resultado la defensa de las propias previsiones macroeconómicas que elabora el Ejecutivo. En un intento por convencer de la austeridad de sus presupuestos, la ministra ha dicho que en enero el Gobierno revisó a la baja sus previsiones macroeconómicas, "sin que nadie cuestionara el rigor de estas previsiones". Pese a que tanto la oposición como numerosos analistas las tacharon de irreales y obsoletas.
Salgado ha defendido la sostenibilidad de las cuentas públicas a largo plazo. Un objetivo para el que ve imprescindible "adoptar decisiones complejas". La búsqueda del equilibrio encuentra un obstáculo, según Salgado, en los estímulos económicos, que no piensa retirar aún.
Para Salgado, "los presupuestos de 2010 son unos presupuestos austeros". Algo que, según la ministra, "se extiende por todos los capítulos del presupuesto", pese a que aumenta el techo de gasto un 17%, según adelantó LD.