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Sarkozy estudia imponer una nueva tasa sobre el consumo de combustibles fósiles

El Gobierno francés estudia la creación de un impuesto interno sobre el consumo de combustibles fósiles, que complementaría a la "tasa de carbono" que Francia y otros países quieren establecer en la Unión Europea para gravar las emisiones de dióxido de carbono generadas por las importaciones.

El Gobierno francés estudia la creación de un impuesto interno sobre el consumo de combustibles fósiles, que complementaría a la "tasa de carbono" que Francia y otros países quieren establecer en la Unión Europea para gravar las emisiones de dióxido de carbono generadas por las importaciones.

LD (EFE) El ministro francés de Ecología, Jean-Louis Borloo, explicó este martes que "la idea es gravar las energías contaminantes", y "restituir con un cheque verde" a los que inviertan en otras renovables con el objetivo de "orientar el consumo hacia las alternativas energéticas menos contaminantes".

En una entrevista a la emisora de radio France Info, Borloo recordó que plantear esa nueva tasa era "uno de los compromisos" que su Gobierno había asumido con la concertación lanzada a finales de 2007 y conocida como el "Grenelle del Medio Ambiente".

Según el diario Le Figaro, lo que se pretende es gravar la electricidad producida con combustibles fósiles -que en Francia representa en torno al 20% del total-, con lo que quedarían excluidas las de origen hidráulico o nuclear, por considerarse que no producen emisiones de dióxido de carbono (CO2) y no contribuyen al calentamiento climático.

Fuentes del departamento de Economía citados por ese diario explicaron que si se obtiene un consenso sobre la cuestión, el dispositivo podría empezar a aplicarse en 2010. Algunos de los obstáculos son que el nuevo impuesto, con el que se recaudarían de 5.000 a 6.000 millones de euros, podría restar poder adquisitivo a los franceses, o qué empresas estarían sometidas a este nuevo gravamen.

El proyecto sería un complemento de la "tasa carbono" en la UE que figura en la agenda de la entrevista el próximo jueves en París entre el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel.

Según Le Figaro, Sarkozy y Merkel quieren hacer avanzar este mecanismo que serviría para penalizar los productos importados producidos en países que no se ajustan a estándares medioambientales como los que obligan a las empresas implantadas en la Unión.

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