L D (EFE) Los líderes de Alemania, Gerhard Schroeder, Francia, Jacques Chirac, y el Reino Unido, Tony Blair, han acordado en Berlín una serie de propuestas para mejorar la competitividad de la UE y han defendido la utilidad de su alianza.
La reunión, que ha servido a los asistentes como preparatoria ante la cumbre europea de Bruselas, que se celebra los 25 y 26 de marzo, concluyó con la presentación de una larga lista de peticiones a la Comisión Europea.
Muchas respuestas y una escenificación
Ante las críticas surgidas de parte de otros socios de la UE, los tres insistieron en que la cooperación trilateral "no es exclusiva", como dijo Blair, y "no va en contra de nadie", como explicó Chirac, que añadió que "no se nos puede reprochar nada, al menos de buena fe". Por su parte, Schroeder dijo que "no queremos dominar a nadie y desde luego no queremos dominar a Europa", para añadir que los problemas tratados en Berlín son comunes a todos los países de la Unión y las soluciones "que son buenas para nosotros, son buenas para todos", dijo.
Tras hacer estas y otras aclaraciones, los tres líderes no se contentaron con explicar a la prensa los acuerdos a los que habían llegado, sino que celebraron una ceremonia formal de firma de la carta que enviarán a la Comisión, a la Presidencia irlandesa de la UE y a los demás países miembros, como si de un tratado vinculante se tratara. En ese documento proponen una serie de reformas económicas, entre las que se cuenta el nombramiento de un "un vicepresidente de la Comisión dedicado exclusivamente a las reformas económicas".
Medidas para fomentar el empleo
La figura que proponen los tres países tendría "un papel que consistiría en hacer progresar la agenda de Lisboa y en coordinar el trabajo de los comisarios cuyas carteras son particularmente importantes para su aplicación". Además, los tres mandatarios exhortan a sus socios comunitarios a tomar medidas urgentes que aseguren el cumplimiento de los objetivos de Lisboa y de Estocolmo en materia de empleo y de política social, ya que, "si seguimos así, la Unión Europea no alcanzará las metas de empleo fijadas en Lisboa y Estocolmo para el 2005 y el 2010", dijeron.
"Proponemos que la presidencia irlandesa invite en el Consejo de primavera a todos los Estados miembros a que se comprometan a tomar acciones urgentes y relevantes" al amparo de las sugerencias del Grupo de Trabajo para el Empleo, entre las que se destaca que la productividad europea sigue muy por detrás de sus principales competidores, sobre todo de EEUU. Los tres coincidieron en que el camino al pleno empleo implica "reactivar y modernizar las políticas de empleo, asegurar que una mayor participación en el mercado de trabajo, incrementar el capital humano y los periodos de aprendizaje, apoyar la creación de empresas y promocionar la flexibilidad combinadas con la seguridad en el mercado de trabajo".