"El límite de velocidad supone un ahorro de 0,72 litros por 100 kilómetros por vehículo y, tomando todos estos datos, se estima un ahorro de 2.434 kilotoneladas de petróleo o equivalentes, o 18 millones de barriles, lo que equivale al 3% de nuestro consumo de petróleo anual", afirmó el ministro de Industria, Miguel Sebastián, en el Congreso de los Diputados, informa Europa Press.
En total, este ahorro equivale a "1.400 millones de euros, que se convertirán en un aumento de la renta nacional y de empleo" para el país, señaló el ministro. Este importe equivale al 60% del total de 2.300 millones de ahorro contemplados en el plan aprobado el viernes pasado por el Gobierno.
Miguel Sebastián ha asegurado que estas medidas de ahorro energético lanzadas el pasado viernes por el Ejecutivo para reducir un 5% del consumo suponen "2.300 millones más de lo que el PP ha propuesto nunca".
Además, ha asegurado que el libro "Propuestas para una estrategia energética nacional" presentado ayer por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) "no contiene ni una sola medida de ahorro energético".
Durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Sebastián ha replicado al diputado del PP Guillermo Mariscal que las medidas de ahorro del Gobierno "no son ocurrencias", sino que responden a recomendaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) a todos los países. "Debería informase mejor", ha replicado el ministro.
20 millones de bombillas.
Mariscal ha asegurado que la estimación económica sobre la reducción del límite de velocidad a 110 kilómetros por hora "no está clara" y ha acusado al Gobierno de tener solo afán recaudatorio con la medida, que ha comparado con otras "ocurrencias" de Sebastián como el regalo de bombillas de bajo consumo o quitarse la corbata en verano para ahorrar en aire acondicionado.
Sebastián ha señalado que el Gobierno ha repartido 20 millones de bombillas con un ahorro equivalente al de una ciudad de un millón de habitantes, "como Valencia". Asimismo, ha asegurado que la idea de la corbata la puso en práctica en primer lugar un primer ministro japonés en 2005, y que con ello logró un ahorro de 300 millones de litros de combustible.