Fuentes internas de Endesa han informado a Libertad Digital que la situación es extrema para la compañía eléctrica. "Tenemos las centrales paradas, las de carbón, las de gas, todo parado, y, para colmo, la demanda eléctrica ha caído en picado" aseguran desde el interior de la empresa después de la intervención del presidente Borja Prado en la Junta General de Accionistas.
La clave de las históricas y explosivas declaraciones de Prado reside, según cuentan desde Endesa, en la ingente cantidad de recursos que Endesa tiene invertidos en otro tipo de generaciones como el gas o el carbón. "Hay combustible y grandes costes de capital" ligados a las térmicas que están ociosos y que suponen un coste extra a sumar al del déficit tarifario propiamente dicho. "Toda nuestra parte técnica, que es de lo que vive Endesa, está virtualmente parada por culpa de las renovables, que tienen prioridad de entrada en la red".
Así es, conforme a la legislación vigente, la energía generada por el llamado "régimen especial" entra primero en la red, y lo hace "con una prima bestial sobre el precio del pool que hay que pagar sí o sí". Se da la circunstancia de que Endesa no tiene en estos momentos generación renovable porque "la vendió tras la entrada de Acciona en el capital de la empresa", por lo que ni siquiera puede compensar con ello el sobreprecio a pagar por la energía "verde" que entra sin cesar debido a las condiciones meteorológicas de los últimos meses, al hecho de que la planta solar sea ya muy extensa y, sobre todo, al descenso de la demanda que se ha registrado en los dos últimos años.
Las declaraciones de Borja Prado marcan un antes y un después de una industria complaciente con la energía renovable, hasta que ésta ha hecho insostenibles sus propios balances. Según las fuentes consultadas por Libertad Digital "mientras unos cuantos se hacían de oro, nosotros hemos dado de comer a la bestia y ahora la bestia va a acabar con nosotros", concluyen.