LD (M. Llamas) El ministro de Economía, Pedro Solbes, sigue evitando la palabra crisis para calificar el creciente deterioro económico que sufre el país. Pese a ello, ha reconocido el “notable debilitamiento” que ha registrado el crecimiento nacional en el primer trimestre de 2008, en donde el PIB apenas ha avanzado un 0,3 por ciento intertrimestral. Es decir, el peor dato desde la crisis de 1995.
Ante esta situación, el Gobierno seguirá trabajando para tratar de “atemperar” los nocivos efectos que está causando a familias y empresas la “desaceleración económica” que sufre el país. Sin embargo, Solbes advierte de que las “medidas económicas aprobadas durante el proceso electoral", tales como la deducción de los 400 euros, “agotan el margen de maniobra” del Ejecutivo para combatir la caída de la economía.
Durante su intervención en el Fórum Nueva Economía, el vicepresidente segundo ha apostado por diversas recetas, tales como la “austeridad” en el gasto público, la flexibilización del sector servicios, una mayor “simplificación regulatoria” o el avance de la flexiseguridad en el mercado laboral.
Sin embargo, dos medidas destacan por encima del resto. En primer lugar, Solbes se mostró dispuesto a incrementar la línea de avales crediticios del Instituto de Crédito Oficial (OCO), tal y como anunció ayer. Estos créditos se destinan a la concesión de hipotecas para la compra de vivienda protegida (VPO) y a la financiación de los promotores. Hasta el momento, dicho plan asciende a 5.000 millones de euros, pero esta cifra “no es mágica” y Solbes ve “razonable” que se pueda incrementar a corto y medio plazo, tal y como avanzó Libertad Digital.
Por otro lado, el responsable de Economía ha anunciado la sustitución de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por un nuevo organismo, cuyo objetivo será elevar aún más la supervisión del mercado financiero nacional.
Desaparece la CNMV
Así, el Gobierno creará una Comisión Nacional de Servicios Financieros (CNSF), que asumirá y ampliará las funciones actuales de la CNMV, organismo que desaparece en este nuevo esquema. En el futuro sistema regulador el Banco de España se encargará de todo lo relacionado con la solvencia de las entidades y ahorradores, mientras que el CNSF se encargará de supervisar la conducta de los intermediarios financieros.
La nueva Comisión se centrará en vigilar el correcto funcionamiento y la transparencia de los mercados financieros, mediante la supervisión de la conducta de los intermediarios en su relación con los inversores, ahorradores, asegurados y, en general, con todos los consumidores de servicios financieros.
Solbes adelantó que las conversaciones con los sectores implicados en este nuevo sistema de supervisión financiera comenzarán los próximos meses, al tiempo que consideró que se tratará de un proceso de renovación "riguroso" que permitirá asegurar un sistema "permanente y equiparable" a los de las mejores economía del mundo.
La creación de esta nueva Comisión se enmarca en la iniciativa que anunció Solbes durante la primera Comisión Económica de la Legislatura que se celebró el pasado día 8, que pasa por reordenar las competencias en materia de supervisión e inspección del sistema financiero español para mejorar la vigilancia de la solvencia y competitividad de los intermediarios financieros.
Esfuerzo "reformista" del Gobierno
Durante la Comisión, Solbes explicó que la reordenación consistiría en aplicar el modelo del doble regulador que existe en otros países, "el famoso Twin Peaks", que en España estaría fundamentalmente vinculado al Banco de España y a una nueva CNMV.
Con todo, la Comisión Nacional de Servicios Financieros y el Banco de España asumirán en exclusiva las competencias de supervisión, que hasta ahora la autoridad monetaria compartía con la CNMV y la Dirección General de Seguros.