LD (EFE) Pedro Solbes ha concedido una entrevista al diario francés Les Echos, en la que hace un repaso a la sucesión de OPAs sobre Endesa, que podría acabar con la adquisición de la eléctrica por parte de la alemana E.On. En ella, considera que la toma de Endesa por la alemana E.On es el resultado de las "contradicciones" de la legislación europea.
Considera que "España fue un poco inocente en el pasado. El Estado privatizó empresas públicas del sector de la energía. Otros países que no hicieron tanto se muestran claramente menos abiertos. Por el contrario los capitales circulan libremente en la Unión Europea. Lo que suscita problemas". No son las únicas "contradicciones", ya que "en España la distribución de la electricidad está separada de la producción. En otras partes, eso no ocurre", ha añadido el ministro.
Por todo ello, considera que "no hemos logrado crear un mercado único de la energía en la Unión. La situación varía de un país a otro". Así, frente a la situación española "los otros países no son tan abiertos, salvo el Reino Unido", señaló el responsable de Finanzas que contrastó esos dos países con lo que ocurre en Francia, donde EDF se mantiene como "una gran empresa pública con muy poca competencia".
Es más, "no hay un mínimo de homogeneidad en la Unión. Harán falta mucho tiempo y esfuerzos para llegar a un mercado energético europeo", según considera Solbes. Por eso se ha quejado ante la publicación francesa de que si por una parte la Comisión Europea pide a España que respete la libre circulación de capitales, el resto de países deberían liberalizar el sector de la energía. Solbes asegura, por otro lado, que nunca ha estado a favor de los "campeones nacionales. Estoy a favor de los campeones mundiales, o al menos europeos".
Competitividad y productividad
Solbes también ha respondido sobre la marcha de la economía española. A su juicio, España no está perdiendo competitividad porque "mantiene su cuota de mercado en el extranjero". No obstante ha reconocido que el diferencial de inflación de España con el extranjero, que se ha reducido hasta el medio punto porcentual, afecta a la competitividad de los productos españoles en el extranjero. Pero achaca ese diferencial de inflación a la política del Banco Central Europeo (BCE), que es "excesivamente" acomodaticia para España: "si no estuviéramos en la zona euro, nuestros tipos de interés serían seguramente mucho más elevados", ha reconocido Solbes.
El problema de nuestra economía es otro, a entender del responsable de la cartera de Economía, para quien "el gran problema actualmente del país" es la "productividad". Un problema que se encuentra "no en la industria o en los servicios, sino en la Administración pública y en el sector de la construcción".
Moderación del crecimiento
El ministro Solbes considera que el tirón de la economía española se ralentizará "probablemente a partir de 2008", pero a un ritmo que no bajará del 3 por ciento, lo que permitirá reducir las presiones inflacionistas que amenazan la competitividad del país en el exterior. Se ha mostrado convencido de que la economía española se dirige a un escenario de "una expansión más mesurada, más razonable" y que eso es "mejor" porque "un crecimiento demasiado fuerte plantea problemas, sobre todo de inflación".
En relación con el déficit comercial, este se explica porque "nos faltan capacidades de producción" y "los productos españoles no son suficientemente competitivos". En cualquier caso, ha quitado importancia al déficit por cuenta corriente, ya que "no hay problemas de solvencia", y atribuye ese agujero a que "España invierte claramente más de lo que los españoles son capaces de ahorrar".
Preguntado por el riesgo de que se desarrolle una burbuja inmobiliaria en España, Solbes considera que "es verdad que hay especulación", pero "esencialmente es la demanda la que tira del mercado". Dice que entre 550.000 y 600.000 viviendas nuevas al año le parecería "más normal" que las 800.000 anuales que salen al mercado actualmente y resalta que "los precios aumentan claramente menos que antes y su alza se acerca a la de la inflación".
El ministro socialista ha indicado que si se compara su política con la de su predecesor, el ex ministro conservador Rodrigo Rato, "en el plano macroeconómico, es verdad que las diferencias no son enormes". Ahora bien, "nosotros no hemos utilizado, como nuestros predecesores, los ingresos fiscales suplementarios para bajar los impuestos" sino que "he considerado que valía más utilizar el dinero para reducir la deuda pública y preparar el futuro". Además, señala que se ha puesto más acento en las cuestiones medioambientales, en reforzar la investigación y en el las políticas sociales.