Así, la agencia calificadora señala que el déficit fiscal catalán excederá sustancialmente el objetivo nacional acordado en el 2,4% del PIB regional alcanzando el 3,2%, lo que perjudicaría a su perfil crediticio.
De hecho, el informe que el ex presidente de la Generalitat, José Montilla, entregó la semana pasada al nuevo presidente, Artur Mas, ya contemplaba que Cataluña incumpliría los objetivos de déficit para 2010, ya que lo situaría entre el 3,1% y el 3,3% del PIB de la comunidad autónoma, según el informe.
La agencia ha sostenido que dependiendo de la naturaleza del déficit fiscal, la solvencia de Cataluña puede permanecer inalterada, pero sólo si se implementan recortes de costes más duros de lo que se esperaba inicialmente.
Ha explicado que el no cumplir con los objetivos acordados puede hacer que la capacidad de Cataluña para aprovechar las fuentes externas de financiación –sin apoyo del gobierno central– sea menor, lo que a su vez también afectaría negativamente a su solvencia.
La agencia calificadora ha explicado que la vigilancia negativa se podría resolver en los próximos tres meses, cuando se volverá a evaluar el perfil crediticio de la comunidad catalana a partir de información sobre la naturaleza y el tamaño de su déficit actual y futuro, posibles recortes de gastos, y su plan de 2011 para aprovechar los mercados financieros.
También se evaluará la disposición del Gobierno para apoyar a Cataluña en caso de dificultades financieras. Si se percibe un debilitamiento del perfil crediticio, la agencia podría rebajar el rating de Cataluña uno o dos niveles.