LD (Agencias) La agencia internacional de evaluación de riesgos Standard & Poor's ha rebajado este miércoles la calificación de Caja Madrid, Banco Popular, Banco Sabadell e Ibercaja, debido a los efectos que tendrá en sus balances las peores expectativas que tiene la compañía sobre la "magnitud y duración de la recesión en España".
La agencia estadounidense, cree que la situación financiera de estas entidades se va a deteriorar por la recesión en España. S&P se muestra especialmente preocupada por los beneficios y la calidad de los activos de estas entidades.
Aunque rechaza que las menores ganancias puedan afectar sustancialmente a los requisitos de capital de las cuatro entidades, advierte que "si el cambio de ciclo es más profundo que lo esperado en 2010 o si la crisis económica dura hasta 2011, creemos que la flexibilidad de algunas instituciones para hacer frente a las dificultades del entorno se verá menoscabada".
En general, Standard & Poor's cree que "la mayor profundidad y duración de la recesión incrementa el calibre de las dificultades que tendrá que afrontar el sistema financiero español", donde el deterioro en la calidad de los activos por la morosidad "continuará en los próximos dos años".
No obstante, pone de relieve que "muchas otras entidades financieras españolas sin rating, principalmente cajas de ahorros, están sufriendo y continuarán sufriendo el actual cambio de ciclo en mayor medida que las entidades que nosotros calificamos. El agudo deterioro en la calidad de los activos mostrado por muchas de esas entidades así lo atestigua".
S&P ha rebajado un escalón el rating a largo plazo de las cuatro entidades financieras, que se ha situado en A (una de las calificaciones peores dentro de las que denotan mayor solvencia para atender el pago de la deuda), a excepción del Popular, cuyo rating se ha colocado en A+.
Ese descenso se materializará en el caso de Caja Madrid si la morosidad, que se elevó hasta el 5,4% al cierre de 2008 (por encima de la media del sector financiero español), llega hasta el punto de dañar los resultados, avisa Standard & Poor's.
La agencia justifica su actual rebaja por el rápido incremento de la mora, a lo que hay que unir que la entidad presidida por Miguel Blesa "se enfrenta a riesgos significativos", lo que minará su rentabilidad, especialmente en 2010.
BBVA y Santander
Además, la agencia ha revisado de estable a negativa las perspectivas de calificación de las dos principales entidades españolas, Banco Santander y BBVA, si bien mantiene sus actuales calificaciones de "AA/A-1+". Las menores expectativas de crecimiento económico de los países en los que operan ambas bancos y el impacto que esto puede tener en sus resultados explican este descenso de las perspectivas.
No obstante, la agencia mantiene la calificación de las entidades por su fortaleza y su sólida posición en los mercados principales y porque han logrado afrontar "relativamente bien" la crisis hasta ahora.
Santander y BBVA están entre las únicas cinco grandes entidades del mundo que aún conservan la calificación AA, junto a BNP, HSBC y US Bancorp. En el caso de Santander, S&P destaca su diversidad geográfica y de negocio y su rentabilidad, así como su posición de liderazgo en el mercado español y su importante posicionamiento en otros países.
Sin embargo, la agencia incide en que el banco debe afrontar el deterioro de la calidad de sus activos y su alto riesgo crediticio (sobre todo en Latinoamérica).
Sobre el BBVA, la agencia destaca su adecuada gestión del riesgo crediticio, sus fuertes resultados en todas las áreas de negocio y su creciente diversificación geográfica tras la compra del estadounidense Compass. No obstante, cree que su resultado puede verse afectado de manera importante si empeoran las condiciones crediticias en los principales mercados en los que opera (España, Latinoamérica, sobre todo en Méjico, y Estados Unidos).
Asimismo, S&P asegura que rebajará la calificación de ambos bancos si observa mayores deterioros de las condiciones crediticias de los países en los que operan, si prevé que el beneficio se puede reducir de forma significativa en los próximos dos años o si llevan a cabo nuevas compras importantes.