LD (Europa Press) El presidente de la patronal de empresas constructoras Seopan, David Taguas, ha hecho este lunes una valoración "claramente positiva" de la medida anunciada por el presidente del Gobierno de eliminar las desgravaciones fiscales por adquisición de vivienda, a las rentas superiores a 24.000 euros (aunque el PSOE insiste en que este umbral es orientativo). Taguas considera que esta decisión contribuirá a amortiguar el fuerte desplome de la demanda de vivienda y, por tanto, a reducir el stock acumulado de viviendas terminadas que existe en la actualidad.
Por ello, en un documento en el que valora la medida y sus efectos económicos, Taguas considera que el anuncio de esta iniciativa tiene un fuerte carácter "estabilizador", ya que tiene como objetivo estimular transitoriamente la demanda (durante los próximos 19 meses) para reducir el stock acumulado y, de esta forma, suavizar el ajuste de la oferta "que, en ausencia de esta medida, podría ser muy duradero, con los consiguientes efectos negativos para la actividad y el empleo".
Según Taguas, la vía por la que se intenta estimular transitoriamente la demanda de vivienda es contrarrestar las actuales expectativas de deflación en el sector, que experimenta ahora la situación contraria a la que generó la burbuja inmobiliaria.
Entonces, indica, la compra de viviendas respondía más a la expectativa de subida del precio que al nivel de precios, y ahora no se compran por la expectativa de bajada de los mismos. "Ésta es la dinámica que trata de alterar la eliminación de las desgravaciones fiscales a partir de 2011 para los contribuyentes de mayor nivel de renta, ya que el valor actual de las desgravaciones fiscales presentes y futuras, derivado de la compra de la vivienda durante el próximo año y medio, excede a la caída de precio esperada por las familias, en el caso de retrasar la compra de la misma", destaca.
No obstante, puntualiza que la medida supone la futura eliminación de las desgravaciones fiscales sólo para el 26% del total de declarantes por el IRPF, que son los contribuyentes que declaran una renta (base imponible) superior a 24.000 euros anuales, aunque acumulan el 40% de las deducciones por este concepto.
Así, los declarantes con una renta inferior a 17.000 euros anuales, el 56,6% del total, conservarán íntegramente el derecho a la deducción y ésta se reducirá linealmente para los declarantes con rentas comprendidas entre 17.000 y 24.000 euros, que suponen el 17,6% del total de declarantes.
Taguas recuerda que la eliminación de las desgravaciones fiscales por la adquisición de vivienda es una medida "ampliamente demandada" por los economistas desde hace muchos años, en primer lugar, por sus efectos distorsionadores no sólo sobre el mercado de la vivienda, sino también sobre otros activos, en particular los financieros, que constituyen también ahorro de las familias.
En segundo lugar, porque la existencia de esta deducción resultaba "difícil de justificar" en un sector en el que el exceso de demanda existente y los problemas inherentes al suelo urbanizable propiciaban que una "parte sustancial" de estas desgravaciones aumentara directamente el margen de los promotores inmobiliarios, de modo que el precio final para las familias se incrementaba aproximadamente en el 8%, según los análisis realizados.
Hacia una mayor progresividad del IRPF
Además, David Taguas considera que la existencia de esta deducción fiscal tiene un "claro carácter regresivo" en el IRPF, "ya que los contribuyentes de rentas más elevadas son los que más se benefician de su existencia", por lo que su eliminación, en particular para los contribuyentes con mayor renta, "conlleva una mayor progresividad del impuesto".
El presidente del Gobierno anunció la pasada semana en el Debate sobre el estado de la Nación que desde el 1 de enero de 2011 la deducción en vivienda se aplicará sólo a los contribuyentes con rentas inferiores a 17.000 euros anuales (aproximadamente un 50% de los asalariados) con un límite de 9.015 euros. Para los contribuyentes con rentas superiores a 17.000 euros, se aplicará una reducción lineal de la deducción, que desaparecerá para los contribuyentes con rentas superiores a 24.000 euros.
Adicionalmente, se mejora la deducción por alquiler, igualándola a la deducción por adquisición de vivienda. Los umbrales para aplicar en el IRPF serán iguales que en el caso de adquisición.
También se mejoran los beneficios fiscales para los arrendadores, aumentando hasta el 60% la deducción para las rentas generadas por el alquiler de vivienda, deducción que llegará hasta el 100% de los ingresos por alquileres cuando el arrendatario sea menor de 30 años, o menor de 35 años para los contratos en vigor.