Oswald Gruebel, consejero delegado del mayor banco suizo en volumen de activos, hizo la amenaza en un discurso dirigido a empresarios la semana pasada, citando la posibilidad de que las autoridades obligaran a los grandes bancos a reorganizarse como grupos empresariales.
Gruebel habló con el Zurich Business Club el jueves, en un acto a puertas cerradas en el que no hubo periodistas presentes. La idea de obligar a los bancos de Suiza a operar como grupos corporativos forma parte de la discusión sobre la supervisión de entidades financieras consideradas "demasiado grandes para caer", informa Reuters. La economía de Suiza, relativamente pequeña, está dominada por dos grandes bancos, el UBS y el Credit Suisse.
El vicepresidente del Banco Nacional de Suiza, Philipp Hildebrand, destacó que los activos bancarios son más de siete veces el Producto Interno Bruto (PIB) suizo y añadió este mes que el país necesitaba urgentemente normas regulatorias más estrictas que otros países debido al tamaño de sus bancos.
El Gobierno suizo rescató a UBS en octubre del 2008 al inyectar 6.000 millones de francos suizos (5.950 millones de dólares) a cambio de un 9% de participación. UBS también planeaba originalmente transferir unos 60.000 millones de dólares en activos no líquidos al banco central, pero esta suma fue reducida más tarde a 39.000 millones de dólares.
Los reguladores suizos creen que obligar a los bancos multinacionales a operar como instituciones nacionales en diferentes países, controlados por una corporación central, permitiría a las autoridades rescatar a aquella compañía en una crisis, mientras dejan a las subsidiarias extranjeras para ser liquidadas. Sin embargo, tal estructura obligaría al banco a inyectar el capital a las subsidiarias, lo que podría ser costoso.