(Libertad Digital) Los números rojos que ayer tiñeron las bolsas de medio mundo y que lastraron al Ibex 35 al mayor desplome de su historia no han podido con el triunfalismo económico del presidente. Después de que Solbes dijera ayer que "no hay que exagerar" poco antes de que la Bolsa cerrara la sesión con las mayores pérdidas de su historia, el presidente Zapatero ha apelado a la "tranquilidad".
Si en octubre utilizaba los buenos resultados de la Bolsa para avalar su triunfalismo económico, ahora utiliza el triunfalismo para maquillar el lunes negro de la Bolsa española. Durante la clausura de una Conferencia Sectorial sobre ciudadanía organizada en la sede madrileña del PSOE, Zapatero ha dicho que existen "razones objetivas" para mantener la "tranquilidad" ante la fuerte caída de las bolsas, especialmente en España, donde la economía se encuentra "mejor preparada que nunca" al ir en "un barco seguro".
"Estamos en una buena situación, en fortaleza económica y, ante las turbulencias, vamos en un barco seguro, que es la economía española, gracias a la contribución de los trabajadores y de los empresarios" ha asegurado Zapatero.
En esta línea, se ha referido a la caída que vivieron los parqués internacionales y en este contexto ha señalado que la afectación que sufrió la Bolsa española se debió a la "economía global".
Una argumentación que resulta especialmente llamativa a tenor de las declaraciones que poco antes hacía Manuel Pizarro en el El Círculo a primera hora, de Telemadrid. Preguntado por el histórico desplome del Ibex y las declaraciones de Solbes llamando a "no exagerar", el número 2 del PP aseguraba que la difícil situación que ha vivido la bolsa le recordaba a la crisis anterior, "en aquel momento", recordaba Pizarro, el Gobierno dijo "primero que no pasa nada, segundo no corráis que es peor y tercero, yo no he sido".
En cambio, el jefe del Ejecutivo ha seguido presumiendo de economía y ha dicho que "en España ha aumentado un 50 por ciento" el valor de la Bolsa en los últimos cuatro años, lo que supone "razones objetivas" para ello.
Para el presidente "el mundo está mejor preparado para aguantar turbulencias en los mercados", sobre todo Europa, que se encuentra "mejor preparada que en otras situaciones", y dentro de Europa, España, que está incluso "mejor que nunca" gracias a la tasa de paro, que, según dice, es "la más baja de la historia" y al superávit de las cuentas públicas.