Las señales de boda salen disparadas de la portada de Lecturas, cual flechas de Cupido. Por ahora no sabemos muy bien qué es una "señal de boda", pero sí que sabemos que se dan entre Iker Casillas y Sara Carbonero, ten portada y tan guapa como siempre, enseñándonos el anillo que le ha regalado el portero.
Por si tanta emoción futbolera no es suficiente en las páginas interiores de la misma revista encontramos una entrevista con el defensa del Barcelona y la selección colombiana, ah no, perdón, de la española, en la que el gran tema es su beso con la cantante española, ah no, perdón, que es colombiana, Shakira.
Pique se reconoce "enamorado" y "muy feliz", pero analiza con modestia la fotografía que ha recorrido el mundo en los últimos días y en la que se le veía, por fin, dándose un piquito con la cantante del "Waka waka". La considera una hermosa imagen pero: "Mi beso con Shakira es bonito, sí, pero es imposible desbancar el de Iker y Sara Carbonero. Ese momento tan emotivo quedará para siempre".
Bueno, eso siempre que a partir de ahora los ganadores de distintos torneos futbolísticos no celebren sus triunfos con morreos, claro.
Eso sí, aunque el momento Iker y Sara sigue inalcanzable no será porque la apolínea pareja formada por Cristiano Ronaldo e Irina Shayk (que escándalo de mujer... y que escándalo de hombre) no pongan empeño en alcanzar tales cotas, si no de ternura sí de pasión, tal y como muestran la imágenes en Diez Minutos. Y encima lo hacen en pleno Bernabéu aprovechando la lesión del madridista. Si don Santiago levantase la cabeza...
En Hola, siempre más institucional, la portada es para la boda real en ciernes: el feliz enlace entre Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton que promete disparar los niveles de papanatismo monárquico a cotas casi tan dañinas como la contaminación nuclear, al menos para la inteligencia.
Comparte portada la Middelton, muy mona ella y cada día más estilosa, que se nos está "aprincesando" por momentos esta chica; con Carlota Casiraghi, que no sabemos si es princesa o lo va a ser o qué es (vamos, no lo sé yo, que no me aclaro si el sucesor es Alberto o luego les va a tocar a estos), pero que en cualquier caso lleva el glamour en su monegasca sangre.
Resulta que ha estado en la fiesta benéfica de una fundación que preside su hermano y le ha robado todo el protagonismo, al menos en portada, que en las páginas interiores Andrea (Casiragui, no confundir con "Andreita cómete el pollo") ya reina entre las sillas de ruedas y los enfermos a los que dedica tantos esfuerzos.
Menos glamour, aunque por los pelos, hubo en el estreno de Torrente 4, el último taquillazo de Santiago Segura cuya presentación reunió a una pléyade de personajes (20 años en el periodismo y por fin he podido escribir "pléyade") de lo más variopintos: desde la elegancia natural de Cayetano Rivera hasta lo que podríamos denominar como "glamour extremo" de Belén Esteban, con un vestido que no sabemos si fue diseñado así por alguna refinada firma de alta costura o pasó, una vez fabricado, por las peligrosas manos de Andreita armada con una caja de lápices de colores.
Semana, por su parte, se decanta en esta ocasión por el drama familiar: el que sufre Norma Duval cuya madre ha sido "operada a vida o muerte" de un cáncer. Lo más curioso es que en la primera plana nos dejan sin saber qué tal ha ido la cosa y tenemos que esperar, con la preocupación encima, hasta la página 14 para descubrir que se trata de un tumor "afortunadamente pillado a tiempo", aunque el postoperatorio será "muy duro".
Por último, otro de los protagonistas en Semana (y de la semana) es Espartaco, que "lucha por sus hijas en portada" mientras que en Diez Minutos vuelve con su novia. Hay que ver como le cunde el tiempo a este hombre...