Los sentimientos siguen a flor de piel. No se cumple una semana desde que la Audiencia Nacional, tras el salvoconducto del Gobierno, decidiera dejar libre al secuestrador de Ortega Lara. Y, desde entonces, víctimas del terrorismo y Gobierno no han tenido ningún contacto, al menos públicamente. Los puentes están rotos y quienes sufren el azote de ETA se han manifestado, y lo seguirán haciendo, contra los pasos del Ejecutivo del PP en esta materia.
Un contexto muy complicado, que ha calado incluso en las bases del partido, al que se tendrá que enfrentar este martes Mariano Rajoy en Bilbao. Es su primera aparición en el País Vasco en precampaña y tras el órdago secesionista de Cataluña. Y acude después de varios interrogantes sobre su asistencia, con cambio horario incluido. Pero finalmente velará por la memoria de Miguel Ángel Blanco. Allí se verá cara a cara con las víctimas, y hace bastante que no lo hace.
El presidente irá escoltado por Jorge Fernández Díaz, en la picota por las críticas de víctimas y también de cargos destacados del PP. El portazo más sonado se lo dieron Jaime Mayor Oreja y Esperanza Aguirre en el ya famoso Comité Ejecutivo del día 3. El ministro del Interior tendrá que despachar, por ejemplo, con la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, que se negó a mantener una reunión con él precisamente por el caso Bolinaga.
Aunque el acto lo organiza la Fundación Miguel Ángel Blanco, el PP quiere que no falle nada. La intención de Antonio Basagoiti es escenificar una reconciliación con las víctimas para aparcar el tema del etarra en la calle y encauzar una precampaña que no le está saliendo bien. Sin embargo, en no pocos sectores -incluidos del Gobierno- se teme que Bolinaga no esté tan enfermo -como dice la forense de la Audiencia- y se pueda reeditar el extremo de Iñaki de Juana Chaos. Esto sí que supondría una bomba para los intereses del PP vasco, admiten.
A su favor, Basagoiti tiene el respaldo que siempre le ha concedido la hermana del edil asesinado, Marimar Blanco, asesorada por Iñaki Oyarzábal, que ahora ejerce en Génova13. El acto se celebrará en la sede de la televisión pública vasca y las medidas de seguridad serán excepcionales. Durante el homenaje tendrá lugar el acto de entrega del XV Premio a la Convivencia Miguel Ángel Blanco, que ha sido otorgado a la Sociedad Española.
Todo está calculado, porque Rajoy se la juega. Pretende que las aguas vuelvan a su cauce para poder centrarse en la política económica, que de aquí a diciembre cuenta con un intenso calendario. Varios cargos del PP y del Gobierno ya le han explicado que existe gran enfado entre los votantes de toda la vida por la excarcelación de Bolinaga, y que hay que ponerle remedio. De ahí, entre otras cosas, que el presidente asista al homenaje. En unas horas sabremos si los puentes empiezan a reconstruirse.