Menú

Prisión para los yihadistas detenidos en Cataluña por actuar como corresponsales del Estado Islámico

El juez Velasco ha ordenado su ingreso en prisión incondicional por colaboración con organización terrorista y enaltecimiento tras interrogarlos.

El juez Velasco ha ordenado su ingreso en prisión incondicional por colaboración con organización terrorista y enaltecimiento tras interrogarlos.

Detrás de cada caso de integración en organizaciones de terrorismo yihadista existe una intensa labor de radicalización. Un trabajo que desempeñaban en España los tres detenidos el pasado sábado en Cataluña por formar parte de una red de captación y reclutamiento bajo las órdenes del Estado Islámico. El juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, ha ordenado su ingreso en prisión incondicional después de interrogar a los acusados. Les imputa un delito de colaboración con organización terrorista a través de las redes sociales, recogido en el artículo 577.2 del Código Penal; y otro de enaltecimiento del terrorismo.

Dos marroquís, una española

Estos corresponsales del Estado Islámico en España se centraban en la captación de mujeres. La Guardia Civil detuvo a los dos varones de 32 y 42 años naturales de Tánger (Marruecos). En base a los datos facilitados por el Ministerio de Interior, compartían vivienda en Barcelona. Empleaban ese domicilio como sede para "difundir el ideario extremista de DAESH y captar adeptos para enviarlos a zonas de conflicto".

Completa la lista una mujer de 24 años nacida en España, con descendencia marroquí y que vivía en la localidad barcelonesa de Granollers. Según aseveró el ministro Jorge Fernández Díaz, la joven tenía "la maleta literalmente hecha" para marcharse a Afganistán. La investigación añade que la mujer ya intentó irse a Siria a través de Turquía en 2014. Antes de partir hacia la zona de conflicto, entraba en sus planes contraer matrimonio con un hombre árabe en Italia. Al parecer, su anterior pareja ya se había enrolado en las filas del Estado Islámico.

Estrategia de captación

Los tres mantenían un contacto directo con el bastión del Estado Islámico en Siria. Ejercían su labor desde Cataluña, donde buscaban a personas con un perfil accesible para la radicalización con el objetivo de enviar nuevos yihadistas al territorio controlado por la organización terrorista. Concretamente, adoctrinaban a mujeres a través de las redes sociales con un 'modus operandi': identificaban posibilidades a través de chats abiertos y seleccionaban a los potenciales terroristas para continuar con el mismo ejercicio en foros cerrados, en los que participaba la detenida en Granollers.

Además de la captación, los yihadistas encarcelados enaltecían los actos del grupo fundamentalista islámico mediante la difusión de contenidos en Internet. Subían a la red vídeos, banderas del Estado Islámico o comentarios favorables a la incorporación en sus filas.

Temas

En España

    0
    comentarios