El exconsejero y ex secretario general del PP de Madrid Francisco Granados ha comparecido este viernes en la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid, donde ha lanzado varios dardos dedicados, sobre todo, a sus compañeros de partido. Granados, en prisión por el caso Púnica, ha hablado por videoconferencia desde la prisión de Estremera.
Tras enfatizar sobre la trama de espionaje que "nadie" espiaba "a nadie" mientras estuvo al frente de sus responsabilidades en el Ejecutivo regional, ha dicho que "todo esto era una absoluta falsedad y un montaje". Sobre Púnica, ha enfatizado que él "jamás ha metido la mano en la caja". "He dado lo mejor de mí mismo por esta comunidad autónoma y por este partido", ha indicado Granados, antes de declararse "inocente".
A pesar de que la presidenta de la comisión le ha pedido en varias ocasiones que se ciñera al tema, Granados ha aprovechado para tratar aspectos ligados a su detención en el marco de la operación Púnica, un caso en el que se le investiga como uno de los presuntos cabecillas de una trama de amaño de contratos.
Ha denunciado que se le detuvo "delante de su hija" y se le obligó a pasar cinco días en un calabozo sin que un juez le tomase declaración.
Además, ha recalcado que lleva año y medio en prisión sin saber de qué se le acusa, por lo que ha considerado "gravemente" lesionados sus derechos y se ha declarado "maltratado por el estado de derecho.
A pesar de que la presidenta de la comisión le ha pedido en varias ocasiones que se ciña al tema, Granados ha aprovechado para tratar aspectos ligados a su detención en el marco de la operación Púnica, un caso en el que se le investiga como uno de los presuntos cabecillas de una trama de amaño de contratos.
Ha denunciado que se le detuvo "delante del colegio" de su hija menor y se le obligó a pasar cinco días en un calabozo sin que un juez le tomase declaración. "Fui incomunicado cuando siempre habíamos pensado que lo máximo que se podía estar era 72 horas", ha lamentado.
Además, ha recalcado que lleva año y medio en prisión sin saber de qué se le acusa, por lo que ha considerado "gravemente" lesionados sus derechos y se ha declarado "maltratado por el Estado de derecho".
En su intervención, Granados se ha quejado amargamente de la actuación de sus compañeros de partido ante su entrada en prisión. La oposición, ha dicho Granados, se ha dedicado a "dar cera" contra él, "como es su obligación", mientras que los del PP, "pensando que les va a dar votos", se ponen "a dar más de lo que da la oposición".
Para ejemplificarlo, ha hablado de la reciente renuncia de José Manuel Soria. "Todavía con el cadáver político caliente, en un alarde de generosidad, otro ministro, en este caso el de Hacienda", sacó "pecho" y dijo que le iba a "mandar a la Agencia Tributaria", afirmó Granados en alusión a las declaraciones de Montoro en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. "¿Usted se lo imagina en un ministro del PSOE?", añadió.
Granados ha afirmado "taxativamente" que es inocente y ha dicho que su situación se debe "en buena parte a que soy del PP". "Si fuera del PSOE mis compañeros del PSOE defenderían mi derecho a la presunción de inocencia". Sería "una pena", ha reiterado, que sus compañeros de partido, presentes en la comisión, no creyeran en él.
"Entiendo que la política es miserable en muchos aspectos, y que muchos tienen que callar lo que piensan", ha lamentado.