Cambio de estrategia de los presos de ETA. Se produce un año después de que la dirección de Sortu emplazara a los reclusos de la banda terrorista a acogerse a beneficios individuales para salir de la cárcel. Nunca habían permitido esta posibilidad, pero el colectivo que aún los dirige bajo las siglas EPPK entiende que es la única vía para lograr el acercamiento al País Vasco y rebajar las condenas. Un cauce que pasa por abandonar la política grupal y buscar los resquicios jurídicos favorables en cada uno de los casos.
Una deserción del concepto grupal para "vaciar las cárceles", aunque "con los límites del arrepentimiento y la delación". Es decir, como siempre sin perdón y sin denuncia de los hechos censurables. Esta nueva consigna está a falta únicamente de que se debata entre los 350 presos de la organización terrorista que todavía cumplen condena. Sectores afines al terrorismo etarra se oponen a este giro, como el Movimiento Pro Amnistía, porque no se puede "admitir la ley penitenciaria", ni renunciar a la "lucha y la militancia". El colectivo de los presos de ETA da por superada la fase de "resistencia". Hablan ahora de "unidad, solidaridad y unión con el pueblo".
Sin cesiones
Desde la Asociación de Víctimas del Terrorismo leen el cambio de estrategia como una búsqueda de ingeniería jurídica para vaciar las cárceles. Uno de sus consejeros, Miguel Folguera, ha razonado sobre el proceso: "Siempre hemos dicho quién es Sortu. Hemos presentado más de 100 indicios para instar a su ilegalización. Son el brazo político de la banda terrorista ETA". Un brazo que se opone por defecto a disolver la banda, a entregar las armas y, por supuesto, a pedir perdón y colaborar con la Justicia. "Ahora intentan hacer esa ingeniería legal para que las cárceles se vacíen pero siempre con sus normas, sin reconocer el daño causado a lo largo de estos años a las víctimas del terrorismo y al Estado español en general".
Folguera ha sostenido en los micrófonos de esRadio que "el fin de ETA es complicado porque las normas las quieren poner ellos". La AVT persigue una extinción de la banda con las víctimas reconocidas como vencedoras y los terroristas como vencidos. "Ellos intentan tener acercamientos a las cárceles del País Vascos y tener una serie de beneficios de manera individual, puesto que han visto que no es posible de manera colectiva". Sin embargo, ha precisado que, según la legalidad vigente, hace falta un pronóstico favorable de reinserción para disfrutar de beneficios penitenciarios. "Uno de los requisitos es la colaboración con la Justicia. En el momento que dicen que no van a colaborar, nosotros esperamos que el Gobierno no ceda ante esto".
En este sentido, el de la respuesta del Ejecutivo de Mariano Rajoy, la AVT es optimista: "Yo he visto declaraciones por parte del nuevo ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, que dicen que no van a apoyar un proceso ordenado para el fin de eta hasta que no se disuelva la banda, hasta que no entreguen las armas y los condenados por terrorismo pidan perdón y colaboren con la Justicia. Esperamos que no se haga ningún tipo de cesión a este colectivo de personas que lo que tienen que hacer es pudrirse en la cárcel".