La Seguridad Social ha registrado su mejor mayo de la historia tras ganar 223.192 cotizantes más. De este modo, al finalizar el quinto mes del año, el total de ocupados en España se situó en 18.345.414 cotizantes, su nivel más alto desde diciembre de 2008.
Según los últimos datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social publicados la semana pasada, de la cifra total de nuevos afiliados, fueron 207.571 las personas que se incorporaron al Régimen General, un 1,4% más, mientras que 15.079 personas lo hicieron al Régimen de Autónomos (RETA), un 0,5% más. Así, actualmente nuestro país cuenta con un total de 3.229.086 autónomos.
Tanto si eres uno de los nuevos afiliados, como si estás pensando en empezar a labrarte un futuro laboral en este particular régimen, hay una serie de aspectos que no puedes dejar escapar. Lo primero es que para entrar tienes que darte de alta en Hacienda y en la Seguridad Social.
Ya sea en las propias oficinas de Hacienda o por la vía online, el nuevo autónomo deberá realizar una declaración censal en la que se incluyan sus datos personales, la actividad y la ubicación de su negocio y los impuestos que tendrá que pagar. Uno de ellos es el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), que grava el ejercicio de la actividad profesional y clasifica las actividades empresariales y profesionales. Desde 2003, los autónomos están exentos de pagarlo si ganan menos de 1 millón de euros al año.
Para darse de alta en la Seguridad Social, deben presentar el modelo TA0521 en alguna de sus administraciones. Cuando se den de alta deben indicar qué base de cotización tendrán: la base mínima es de 893,1 euros y la máxima de 3.642. No obstante, desde 2013 existe la tarifa plana de 50 euros para nuevos autónomos durante los 6 primeros meses. El IVA y el IRPF son otros de los gastos que tienen los autónomos.
Por todo ello, la financiación es uno de los grandes problemas de los trabajadores por cuenta propia. Para afrontar cualquier imprevisto, solicitar un crédito rápido como los de Monedo Now puede ser una de las soluciones más eficaces. La ausencia de complicados trámites burocráticos, la rapidez del préstamo y la baja exigencia en las condiciones de concesión pueden suponer un balón de oxígeno para muchas de sus dificultades.