Robe Iniesta, en Madrid
El placentino y su banda ofrecieron un show difícil de olvidar, un concierto que fue un bufé musical hermosísimo, compacto, contundente, infestado de matices, sobrio, carnívoro.
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Robe arrancó el concierto sentado, en una segunda línea del escenario.
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El Price estaba lleno.
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Ante el bullicio descontrolado, Robe dijo: "¡Estarse callaos!".
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El artista interpretó canciones como "La canción más triste" o "Destrozares"
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Los músicos que arroparon al cantante forman una banda magnífica. Sobresalieron Carlos Pérez (violín) y David Lerman (bajo/saxo/clarinete)
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Lorenzo Ramírez, a la izquierda, y Alber Fuentes, a la derecha
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"Corren malos tiempos para la libertad de expresión. Uno ya no puede decir nada o hacer chistes, porque hay quien se ofende. Cualquier chiste puede convertirse en una ofensa contra la Iglesia, el Estado o su puta madre. Esta canción es para herir vuestros sentimientos, porque ¿de qué sirve un filósofo que no hiere los sentimientos de nadie?".
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