Bigas Luna quiere cobrar por las películas que se descargan de Internet

(Libertad Digital) El director de cine Bigas Luna se ha asomado a Internet, y ha visto que hay un negocio que explotar. En el Foro Internacional de Contenidos Digitales (FICOD), que se celebra en el marco de SIMO, el director expuso su visión sobre la piratería y los modelos de negocio en relacionados con los contenidos de Internet.

Bigas Luna considera que en la actualidad vivimos en la "edad media de la era digital", en la que los creadores de contenidos están en manos de unos señores feudales, que él identifica con las operadoras. "En unos años", afirmó, "todo el cine se distribuirá a través del móvil, que servirá para que nos facturen las películas, los vídeos o los programas de televisión que hayamos consumido".

El director explicó su experiencia con su última película, "Yo soy la Juani". Contrató un servicio para dificultar las descargas a través de las redes P2P que bloqueó más de tres millones de intentos de descarga en las tres primeras semanas de exhibición de la película en cines. Según la compañía que realizaba el bloqueo, cuando este terminó se produjeron más de un millón de descargas en una semana.

Luna llega a una conclusión: "Si hubiésemos logrado algunos céntimos por cada una de estas descargas, estaríamos muchos más contentos". Propone, por tanto, una financiación automática por la que las operadoras entregarían una parte de sus ingresos por banda ancha a los proveedores de contenidos.

El director cree que el modelo es viable, porque las operadoras "saben quién se descarga qué contenidos. En esta guerra que hay entre operadoras, la primera que entre a financiar a los creadores de contenidos audiovisuales será el que gane, y tendrá el mayor número de abonados", concluyó.

Lo que no explicó el cineasta es por qué los usuarios van a preferir contratar con una operadora que cobre por las descargas y no con otra que las permita sin coste. En cualquier caso, las declaraciones de Bigas Luna suponen una alternativa a la tendencia del común de los "artistas" españoles, mucho más partidarios de prohibir y condenar Internet como nido de piratas que de valorar nuevos modelos de negocio que satisfagan a creadores y consumidores.