Habría que añadir la edición del año 1966 del rallye de Montecarlo, de la que fueron descalificados los cuatro primeros vehículos --tres Mini Cooper S, que habían copado el podio, y un Ford Lotus Cortina-- con la pueril excusa de que todos ellos utilizaban lámparas halógenas de filamento unico, que entonces no eran legales en las carreteras francesas. De esa manera, el triunfo pasó a Citroën. Vergonzosa actuación de los comisarios deportivos franceses.