Taxis españoles: caros pero no tanto

Tomar un taxi en Zúrich, capital financiera de Suiza, puede llegar a costar hasta 25 veces lo que cuesta en Delhi, capital política de la India. Esto es lo que se desprende del estudio que la revista Price of Travel ha efectuado en 72 ciudades de los cinco continentes, incluídas Madrid y Barcelona.

Los datos no sorprenden demasiado. En el primer mundo, en líneas generales, los taxis están prohibitivos. Los países más caros son, aparte de Suiza, los escandinavos y grandes capitales europeas como Londres, Berlín o Roma. Los más baratos son los del norte de África, los indios y algunos de Hispanoamérica.

El precio va de los 90 centavos que cuesta una carrera de tres kilómetros en Delhi con el tráfico fluido a los 24 que costaría el mismo recorrido en Zúrich en plena hora punta. En Madrid esa misma distancia viene a costar de promedio algo más de 8 dólares, cantidad similar aunque ligeramente superior a lo que costaría en Barcelona.

Los autores del estudio se encontraron con serios problemas a la hora de ponerse manos a la obra. Por regla general hay pocos precios menos claros que el de un taxi. Dejando a un lado la picaresca, las tarifas varían enormemente no ya de ciudad en ciudad sino dentro de una misma área tarifaria dependiendo de la compañía de taxis, la hora a la que se tome o la infinita variedad de suplementos que los taxistas de todo el mundo se han inventado para cobrar algo más por la carrera.

Para unificar lo que parecía imposible, los especialistas de Price of Travel se fijaron un par de parámetros comunes en todas las ciudades que iban a someter a examen. Redujeron la carrera a sólo 3 kilómetros y la realizaron dos veces: una sin tráfico y otra en plena hora punta. En las ciudades donde hay varias compañías de taxis cuyos precios difieren escogieron la que más se acercaba al precio medio. Y, por último, evitaron suplementos tales como idas y venidas al aeropuerto, maletas o cochecitos de niño.

El resultado es un curioso mapa que no termina de casar del todo con la renta per cápita de cada país. Así, por ejemplo, los taxis en Madrid tienen casi el mismo precio que los de Nueva York, a pesar de que los neoyorquinos cuentan con una de las rentas por habitante más altas del mundo. Puede entenderse así que coger un taxi en Madrid es prácticamente un lujo mientras en la Gran Manzana lo coge casi todo el mundo.

Otro de las conclusiones del estudio es la similitud de la flotas de taxis en casi todo el planeta. Exceptuando los potentes Mercedes-Benz y BMW que circulan por las ciudades alemanas, suizas y escandinavas, en el resto del mundo las marcas coreanas y otras de bajo coste como el popular Skoda Octavia –vehículo casi oficial de los taxistas españoles– se han apoderado del mercado mundial. En el otro lado, en países como la India, Egipto o Marruecos el taxi habitual sigue siendo un coche antiguo, a veces con medio siglo a sus espaldas, debidamente recauchutado para seguir aguantando.

De esta tendencia a la coreanización del parque de taxis mundial se salvan los que han adquirido carácter propio y han terminado identificándose con la ciudad. Es el caso de los clásicos Austin FX4 de Londres y otras ciudades del Reino Unido o los ubícuos Volkswagen Escarabajo blanqui-verdes de Ciudad de México.

Ya sabe, la próxima vez que salga de viaje no olvide revisar la lista de los taxis más caros del mundo para evitar inesperados disgustos. Haga lo propio con la de los más baratos y sepa lo que es recorrerse la ciudad por unos pocos dólares.