(Libertad Digital) El entorno del presidente Rafael Correa anunció que los resultados de las elecciones a la Asamblea Constituyente celebradas este domingo, son el inicio del camino para implantar en Ecuador el "socialismo del siglo XXI" inspirado en los principios y políticas "chavistas". Desde ya, Correa podrá diseñar una Constitución socialista, además de gobernar y legislar por decreto sin necesidad de consultar al Congreso al que ya comunicó que disolverá.
Con el 62 por ciento de los votos a su favor y sin esperar los resultados oficiales, Correa proclamó su victoria atronadora al tiempo que tendía la mano a sus oponentes. "Las proyecciones están claras: la victoria del pueblo es incuestionable", dijo. Probablemente, su causa conseguirá ochenta asientos de los 130 que integran la constituyente.
En la práctica, la victoria permite que Correa y su equipo controlen la nueva asamblea que sustituirá al actual Congreso para poner en marcha reformas profundas. Su objetivo es arrinconar a los partidos tradicionales a los que culpa de la inestabilidad que desde años hace sufre el país andino.
Para lograrlo está tomando el modelo que aplica Chávez en Venezuela. El ex presidente Lucio Gutiérrez –cuyo Partido Sociedad Patriótica (PSP) alcanzó apenas el 7,4 por ciento de los votos–lo denuncia en una reciente entrevista concedida al periódico ABC: "Correa no es inteligente, es obediente. Cumple al pie de la letra lo que le ordena Chávez. Aquí se hace todo lo que ya se probó en Venezuela, empezando por el eslogan: `La patria ya es de todos´. Lo copia todo".
Gutiérrez señaló que Correa "va a disolver el Congreso, pero antes lo veo en una gran procesión con todos sus simpatizantes, con los oportunistas a su lado entregando su renuncia a la Asamblea Constituyente. Pero ésta, si él tiene mayoría, se la va a rechazar. Tendremos un modelo totalitario, de plenos poderes, donde no habrá libertad de expresión, no se respetarán los derechos humanos, meterá preso a quien se le ocurra -hay cuatro ejemplos-, se desalentará el desarrollo del país y esto llevará a más pobreza, más desempleo y más emigración."
Pero, por otro lado, el tercer triunfo electoral de Correa en los últimos diez meses deja en claro que los ecuatorianos quieren romper en definitiva con el sistema político que ha convertido a su país en el más inestable de la región junto con Bolivia, ahora en el sendero de Chávez con Evo Morales al frente.
Las urnas reflejaron que los tradicionales partidos de derecha ecuatorianos que coparon los espacios públicos desde el retorno a la democracia en 1979, no logran convencer a los votantes. Sin embargo, lo cierto es que a diferencia de Venezuela donde no existe una corriente opositora articulada, en Ecuador los partidarios de los ex presidentes Lucio Gutiérrez y Álvaro Noboa, que han logrado pírricos resultados en los comicios, se aprestan a intentar frenar a Correa boicoteando y paralizando la Asamblea Constituyente.
Del triunfo electoral de Correa, los analistas destacan que basó su campaña utilizando –al igual que Chávez y Morales– el aparato gubernamental para inflar sus índices de popularidad. La figura central del carismático líder de 44 años ocupó durante meses grandes espacios en los medios de comunicación escritos y audiovisuales. Además, utilizó a favor de su causa los programas sociales que puso en marcha durante los nueve meses que se mantuvo en el Gobierno. Populismo puro, acusa la oposición.
Con información de EFE, El Comercio, Expreso y Últimas Noticias