Según informa elmundo.es, fue grabado hace un mes en Nápoles. Aparecen varios individuos, fuertemente armados y tapados con un pasamontañas, entrando en un salón de máquinas recreativas. Sin importarles la presencia de algún cliente, que se tira al suelo, disparan contra las máquinas y las tiran al suelo, tratando de hacer el mayor destrozo posible.
Después se trasladan a una bolera, donde llegan a quemar, sirviéndose de gasolina, parte de las instalaciones. De testigo, una familia al completo.
El mismo diario explica que todo se debió a un ajuste de cuentas, según las pesquisas policiales. Los individuos acudieron a los dos locales para atemorizar a su propietario, que había acogido a la mujer de un mafioso que había dejado a su marido. Cuatro de ellos han sido arrestados.