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La Iglesia del Congo critica la "impasibilidad" de la ONU ante las matanzas en el país

Centenares de miles de muertos y desplazados en el Congo pero no se puede culpar a EEUU y a los pacifistas de la izquierda occidental les importa un pimiento. La ONU, que tanto invocan en otros conflictos, está en el país pero no hace nada. Ha tenido que ser la Iglesia católica quien lo denuncie.

Centenares de miles de muertos y desplazados en el Congo pero no se puede culpar a EEUU y a los pacifistas de la izquierda occidental les importa un pimiento. La ONU, que tanto invocan en otros conflictos, está en el país pero no hace nada. Ha tenido que ser la Iglesia católica quien lo denuncie.
L D (Agencias) La iglesia católica de la República Democrática del Congo (RDC) criticó este viernes la escandalosa "impasibilidad" de la Misión de la ONU en Congo (Monuc) para proteger a los civiles y exigió el cese inmediato de las hostilidades en el este del país para permitir el retorno a sus hogares de los desplazadas y refugiados en Uganda.

En un comunicado de prensa, los obispos católicos de la RDC consideran que la situación en el este del país "ha empeorado" y llegado a "proporciones insoportables", tan preocupantes que amenazan la estabilidad de toda la región de los Grandes Lagos. "Lo más lamentable es que estos desgraciados sucesos transcurran delante de los ojos impasibles de aquellos que han recibido el mandato de mantener la paz y proteger a la población civil", subrayan los obispos, en alusión a la MONUC, que cuenta con 17.000 soldados y es la mayor misión de paz de la ONU en el mundo.

La nota pide a la comunidad internacional que se implique en hacer posible el respeto al derecho internacional y resalta la necesidad de una fuerza de pacificación y estabilización a la RDC, a cuya población insta a que no permita la "balcanización del país". "Un verdadero drama humanitario se está produciendo en el Norte Kivu, donde se han reanudado unos enfrentamientos a gran escala a finales de agosto entre el Ejército gubernamental y los rebeldes liderados por Laurent Nkunda", lamentan los obispos.

Denuncian, finalmente, "la crueldad y excepcional virulencia de los ataques a la población civil, que no aspira nada más que a una vida tranquila". Más de 250.000 personas se han visto desplazadas de su hogares en el este del Congo desde que en agosto pasado se reanudaron las hostilidades entre los rebeldes tutsis congoleños y las tropas del Gobierno de Kinshasa, que preside Joseph Kabila.

La ONU y las organizaciones humanitarias han recalcado desde hace dos semanas la necesidad de abrir corredores humanitarios para poder atender a más de 100.000 de estos desplazados, que han estado prácticamente aislados en territorio dominado por los rebeldes y sin recibir ayuda.

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