Por fin un país exigiendo reciprocidad en materia de libertades.
De paso les deja en evidencia, y le suelta un sopapo a la infumable alianza de civilizaciones que nos imponen ZP y sus adláteres.
Eso se llama en términos legales "Quid pro quo".Lo que pasa que en España el imbécil del cejas.Uyyy!perdón que eso es machismo.El gilipollaj integraj(esto no es un insulto porque lo dice el presidente del congreso de llos diputados)no se entera o lo que es peor le interesa no enterarse.
Eva Sanum for Queen! juas, juas, juas.
se nota que en Noruega no tienen complejos.no como aqui,que enseguida te saltan con el racismo(blanco, claro),la xenofobioa(nuestra ,claro)y la intolerancia(de los españoles,claro)los moros,no son racistas,ni xenofobos,ni intolerantes.pues aver,que se inventan para descalificar a los noruegos.algo saltaran los de la izmierda.pero ala larga,tendremos que aplicar leyes cada vez mas extremas,con el tema del islam.esto es una invasion en toda regla.QUE NO LES DEJEN ENTRAR, COJONES!!!!!,ASI NO LES TENDREMOS QUE ECHAR!!!!!.
Que suerte tienen lo noruegos/as de tener un gobierno asi de coherente.
Todo mi apoyo al Gobierno Noruego ¡Qué envidia me da!
Si ya de por sí me sentía vikingo, ahora mucho más.
El lunes a primera hora, llamo a la embajada en Madrid, tal como
hice con Suiza con lo de los minaretes, y les daré mi más
sentida felicitación.
¡Los coj*nes de Noruega!
¿Se imaginan a zETAparo, Zero-lo y las feministas de la P$o€ apoyando esta medida?...
¡No-rue-ga! ¡No-rue-ga! ¡No-rue-ga!
La sensatez que llegó del frío.
Parece ser que, aunque con timidez, se están empezando a dar cuenta en algunos paises de la atolondrada y acarajotada Europa, que hay que plantarse y reaccionar a tiempo ante la amenaza, terriblemente cierta, que representa el fenomeno incontrolado de la inmigración que en relidad es una invasión disfrazada.
Seguramente que como en casi todo los asuntos positivos, seremos los últimos en reaccionar. Y es que con el desgobierno del descerebrado, parásito y psicópata de la Moncloa nada puede funcionar bien y particularmente el desenfreno de la inmigración ilegal que ha llenado ESTEPAIS (antes España) de delincuentes, mafias y extremistas religiosos.