Menú

Soldados libaneses toman Trípoli para acabar con los violentos enfrentamientos

Las calles de la ciudad de Trípoli permanecen bajo el control de soldados del Ejército libanés después de 36 horas de enfrentamientos entre suníes partidarios del Gobierno y miembros del grupo terrorista Hezbolá. La Policía ha confirmado que la violencia se ha saldado con al menos diez muertos y 55 heridos. La estricta vigilancia se centra en los barrios de Bab el Tebaneh y Yalal Mohsen. En un comunicado de prensa, el mando militar advierte que sus efectivos "harían callar las armas" de todas las facciones y devolverían el orden y la ley.

Las calles de la ciudad de Trípoli permanecen bajo el control de soldados del Ejército libanés después de 36 horas de enfrentamientos entre suníes partidarios del Gobierno y miembros del grupo terrorista Hezbolá. La Policía ha confirmado que la violencia se ha saldado con al menos diez muertos y 55 heridos. La estricta vigilancia se centra en los barrios de Bab el Tebaneh y Yalal Mohsen. En un comunicado de prensa, el mando militar advierte que sus efectivos "harían callar las armas" de todas las facciones y devolverían el orden y la ley.
LD (Agencias) La Policía de Trípoli ha confirmado que los violentos combates registrados en las últimas 36 horas se han saldado con al menos diez muertos y 55 heridos. Las estrictas medidas de seguridad se han centrado en los barrios de Bab el-Tebaneh y Yalal Moceen donde se desataron combates entre hombres suníes armados y milicianos alauíes, seguidores de la organización terrorista Hezbolá.
 
Antes de efectuarse el despliegue de las fuerzas armadas, éstas a través de un comunicado, advirtieron que harían callar las armas de todas las facciones, y que devolverían el orden y la ley a las calles de Trípoli. Los intentos anteriores para poner fin a los combates sólo habían logrado atenuar los enfrentamientos, pero en estos momentos parece que la calma reina en la ciudad considerada la segunda mayor del país.
 
Las cadenas de televisión mostraron imágenes de los soldados patrullando las calles de la ciudad, donde los peatones y los vehículos vuelven a circular tímidamente. Tanto los suníes partidarios de la progubernamental Corriente Futuro como los alauitas, se han acusado mutuamente de ser los responsables de este estallido de la violencia.
 
Los choques han tenido lugar en un momento delicado, en el que el primer ministro libanés, Fuad Siniora, intenta formar Gobierno y un mes después de que unos enfrentamientos idénticos acabaran con la vida de 65 personas. Asimismo, esos combates muestran hasta qué punto es frágil la solución alcanzada a duras penas el pasado mayo en Doha por todas las partes libanesas para poner fin a una crisis que ha durado más de un año y ha dejado al país radicalmente dividido en dos mitades.

Temas

0
comentarios