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Uribe recuerda que las FARC siguen torturando a los colombianos

El presidente colombiano, Álvaro Uribe, ha dicho que "es triste que las FARC sigan torturando a los colombianos", al referirse a las pruebas de vida incautadas por las autoridades y en las que aparecen encadenados al cuello 10 policías y militares secuestrados hace más de diez años por rebeldes.

"Qué tristeza tener que decir hoy, en el Día de los Derechos Humanos, que estos grupos lo que hacen es torturar a los colombianos; por eso necesitamos una Colombia sin criminales y sin exclusión", dijo Uribe a periodistas tras participar en un acto público en el sur de Bogotá.

Agregó que su Gobierno hace esfuerzos para combatir el terrorismo para lograr "una Colombia sin estas torturas de los grupos terroristas, como las que acabamos de ver nuevamente".

Asimismo, el Mandatario dijo que todos los integrantes de la Fuerza Pública "mantienen una preocupación de todas las horas por los compatriotas que siguen secuestrados", y añadió: "No perdemos la fe de que en algún momento estén libres, y lo vamos a conseguir".

La voz de Uribe se suma a la condena generalizada de sectores que piden la liberación unilateral de secuestrados que están en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En ese sentido, recientemente la Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos exigió "la liberación inmediata y sin condiciones" de los rehenes en poder de las FARC y condenó el "trato inhumano y degradante" que los rebeldes dan a los secuestrados.

Las voces y las imágenes de 4 militares y seis policías estaban en una memoria USB incautada por las autoridades colombianas a un presunto correo de las FARC que se movilizaba el fin de semana pasado en motocicleta por una calle de la ciudad colombiana de Villavicencio.

Los policías y militares fueron secuestrados en tres tomas de pueblos que realizó la guerrilla en la década pasada: Miraflores (Guaviare, en agosto de 1998); El Billar (Caquetá, en marzo de 1998) y Puerto Rico (Meta, en julio de 1999). Todos son considerados "canjeables" y las FARC aspiran a intercambiarlos por medio millar de guerrilleros presos en cárceles del país

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